Luego del avistamiento de las Cuadrántidas el 3 de enero, llega otro espectáculo al cielo: el 13 de enero, el cometa C/2024 G3 (ATLAS) alcanzará el perihelio, el punto de su órbita más cercano al Sol. Este mismo día lo veremos más cerca de la Tierra, por lo que lo podría convertirse en el cometa más brillante de todo el año 2025, un año en el que no se espera que ningún otro cometa brille ante nuestros ojos. La mejor vista ocurrirá desde el hemisferio sur; aquí están todos los detalles.
El cometa más brillante
El sistema de telescopios Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS) lo descubrió el 5 de abril de 2024, cuando se encontraba en magnitud 19 y a 4.4 unidades astronómicas de la Tierra. C/2024 G3 procede de la Nube de Oort, una remota región del Sistema Solar exterior que contiene los restos de su formación. Se espera que el 13 de enero alcance el perihelio, ubicándose en la constelación de Sagitario. Cuando esto ocurra, estará cuatro veces más cerca del Sol que Mercurio; el cual orbita alrededor de la estrella a una distancia de 47 millones de kilómetros. Según los cálculos divulgados por la Sociedad Planetaria, el cometa podría alcanzar un brillo de magnitud -4.5, aproximadamente el mismo que Venus y es probable que sea visible a simple vista, pero solo para quienes se encuentran en el hemisferio sur.
No obstante, su viaje inusualmente cercano al Sol está causando un debate entre la comunidad científica, la cual discute su supervivencia. Aunque su trayectoria orbital sugiere que esta no es su primera expedición alrededor del Sol; siendo la última hace 160,000 años, la hipótesis sugiere que “se calentará mucho y puede que no sobreviva”. “Si lo hace, podría ser un objeto impresionante en el cielo nocturno desde el hemisferio sur después perihelio”, afirma Nick James, director de la sección de cometas de la Asociación Astronómica Británica.
¿Cómo observar el espectáculo?
En caso de que lo consiga y pase ileso su perihelio, el cometa será probablemente tan brillante como Venus y visible desde el hemisferio sur por el oeste, justo después de la puesta de Sol del 13 de enero. Sin embargo, James subraya que debido a su proximidad al Sol, mirarlo directamente podría ser peligroso y “solo debe observarse si se es un observador experimentado”.
También habrá interferencias de la luz de la Luna, que estará en fase menguante, lo que podría dificultar un poco las observaciones. La configuración orbital del cometa dificulta la observación para quienes se encuentren en el hemisferio norte; no obstante, se pueden intentar observaciones a principios de enero, justo antes de la salida del Sol. Si no quieres perderte el espectáculo, puedes consultar las imágenes del coronógrafo Lasco C3 del Observatorio Solar y Heliosférico, o la base de datos Comet Observation (COBS).
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.