Desde el pasado 27 de diciembre, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social puso en marcha las nuevas disposiciones en cuanto al ingreso y salida de personas a zonas de riesgo de fiebre amarilla, en la que se dispone que todo ciudadano paraguayo o extranjero con radicación permanente en el país, proveniente de una zona de riesgo y sin poseer Certificado Internacional de Vacunación contra la Fiebre Amarilla, a su ingreso al país estará a cargo de las autoridades competentes y será sometido a control sanitario por un período de seis días, a partir de su ingreso.
También se actualizó el listado de zonas de riesgo según la Alerta Epidemiológica de OPS/OMS, incluyendo regiones específicas de Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana y Perú, destacando la exclusión del Estado de Paraná de la lista.
La vacuna contra la fiebre amarilla debe aplicarse con un mínimo de 10 días de anticipación al viaje a las zonas de riesgo. Quienes no puedan vacunarse por razones médicas deberán justificar su situación mediante un certificado médico expedido por la autoridad sanitaria del país de origen, sometiéndose al control sanitario por seis días.
Los menores de 1 año y mayores de 59 años de edad se encuentran exceptuados de la mencionada exigencia.
La normativa también exige la presentación del certificado en la compra de pasajes al realizar trámites migratorios para viajes hacia zonas de riesgo, resaltando la importancia de la articulación entre organismos públicos y privados.
El cumplimiento de estas disposiciones estará a cargo de diversas instituciones, requiriendo la coordinación entre la Dirección Nacional de Migraciones, encargada de aplicar controles en puntos de entrada y salida del país, Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, quien supervisará el cumplimiento de las medidas sanitarias, coordinando el trabajo intersectorial. Así también, el Ministerio del Interior y la Senatur tendrán una participación activa en las actividades de vigilancia y sensibilización.
Por su parte, el Senacsa y Ministerio de Agricultura y Ganadería apoyarán en el monitoreo de vectores y animales susceptibles en zonas rurales, mientras que las entidades binacionales trabajarán en la implementación de medidas en áreas fronterizas.