En 2017, durante una conferencia, el CEO de Netflix, Reed Hastings dijo: “Piensa sobre ello; cuando ves una serie y te enganchas, te quedas hasta tarde viéndola. Realmente, y al final, estamos compitiendo con el sueño”. Luego, publicó en Twitter: “El sueño es nuestro mayor enemigo”.
Sin duda, la posibilidad de ver, de corrido, todos los capítulos de una serie es una de las grandes ventajas del streaming. Pero, tal como admitió Hastings, también es una amenaza contra el buen dormir.
No solo porque alienta a muchas personas a quedarse hasta tarde viendo televisión, sino también porque cuando el sueño vence al televidente, el aparato muchas veces sigue funcionando.
Distintos estudios demuestran que dormir con la pantalla encendida, que emite la característica luz azulada, puede afectar la salud.
Qué desventajas tiene para la salud quedarse dormido con el televisor encendido
Para muchas personas dormirse con el televisor prendido es una ayuda para conciliar el sueño, tal como lo reveló un estudio realizado en 2014. Incluso, desde algunos portales de internet, se recomendaba este ritual porque ayudaría a desconectarse de los problemas cotidianos y a reducir el estrés.
Por otra parte, para algunos, el sonido de la televisión actúa como un “ruido blanco”, agradable, reconfortante, que sirve para tapar otros ruidos, como el tránsito o la conversación de vecinos.
Claro que estos argumentos no tienen en cuenta que los móviles, las tabletas, las PC y los televisores emiten “luz azul” que perjudica la producción de melatonina, “la hormona del sueño”, según estudios publicados por Harvard Health Publishing.
Aun mientras una persona duerme, su cerebro permanece activo. Entonces, seguirá percibiendo los sonidos que vienen del televisor. Esto puede provocar interrupción del sueño o tener sueños desagradables.
Cerebro, sedentarismo, obesidad
Un estudio publicado en Jama Internal Medicine, asegura que dormir con la tele encendida puede hacer que una persona engorde 5 kg. La revista cita a la investigación denominada Sister Study, realizada entre 2003 y 2009 a unas 44.000 personas en Estados Unidos.
Los investigadores descubrieron que entre quienes dormían con la luz o la televisión encendidas engordaron 5 kg y que su índice de masa corporal (IMC) había aumentado un 10%. Otro estudio, publicado en 2016, también relacionó el aumento del IMC entre quienes tenían esa costumbre.
Ver televisión antes de dormir también es perjudicial para el cerebro, porque mientras la habitación está a oscuras, la luz del aparato dilata las pupilas y esto inquieta la mente, en lugar de relajarla.
Mirar televisión hasta muy tarde, además, altera el ritmo circadiano, responsable de ayudarle al cerebro a distinguir entre el día y la noche para activar distintas funciones corporales. Siempre conviene recordar que el cuerpo está preparado para dormir de noche.
Entonces, el mejor consejo es apagar los dispositivos (esto incluye al televisor) una hora antes de dormir y, en todo caso, para conciliar el sueño, leer un libro o realizar alguna otra actividad relajante, como meditar.
La habitación debe estar a oscuras y en silencio, sin el murmullo ni las luces del programa favorito.