Mercedes se había escondido en Bélgica, en seco y en mojado, pero este domingo, a la hora de la verdad, con un sol radiante en el circuito de Spa-Francorchamps, George Russell y Lewis Hamilton dieron un recital. Con un ritmo demoledor y menor degradación que todos sus rivales, las ‘flechas plateadas’ sellaron un doblete que la FIA desarboló más tarde en los despachos, descalificando a Russell después de la carrera y concediendo a Hamilton su triunfo número 105 en la F1, mucho menos sufrido que se anotó semanas atrás en Silverstone.
Russell no merecía este final después de su heroíca defensa ante su compañero, que fue el primer sorprendido por su estrategia a una sola parada. Pese a llegar al tramo final de carrera con sus neumáticos en las ‘lonas’ tras 33 vueltas, consiguió mantener a raya a Hamilton y llevarse la que creía que iba a ser su segunda victoria del año. En Austria, la suerte le sonrió y George subió a lo más alto del podio beneficiado por el toque de Norris y Verstappen. Esta vez, le tocó vivir la cara más cruel de la F1.
Saltan las alarmas
Tras la carrera saltaron todas las alarmas cuando el Director de Carrera de la FIA, Jo Bauer, remitió a los comisarios una nota advirtiendo de la posible infracción del Mercedes ‘63′, que no había superado las verificaciones técnicas al no alcanzar el peso mínimo permitido (1,5 kilos por debajo). Reglamento en mano, la descalificación de Russell estaba clara. Y se hizo oficial dos horas después. La explicación más probable apuntaba al desgaste excesivo de los neumáticos, que habrían restado peso al coche, mientras el de Hamilton sí cumplía el peso exigido.
La decisión de la FIA otorgó el triunfo Hamilton y permitió ganar una posición al resto de pilotos. Piastri ascendió al segundo puesto y Leclerc, que había arrancado en pole también de rebote, por la penalización a Verstappen en parrilla por cambiar elementos del motor de su Red Bull, pudo celebrar otro podio para Ferrari.
El líder del Mundial protagonizó una gran remontada desde la undécima plaza, aunque sin poder culminarla con éxito absoluto, lejos de la superioridad exhibida en años anteriores, cuando encadenó tres victorias en el circuito más técnico del calendario. Esta vez, volvió a quedar patente que su Red Bull ya no le permite campar a sus anchas y Max tuvo que conformarse con la quinta posición -que fue cuarta después del castigo a Russell, y en todo caso por delante de su máximo rival en el campeonato. Lando Norris. El británico pagó muy caro su error en la salida, donde se quedó sin espacio y perdió tres puestos con una breve ‘excursión’ a la grava.
Hamilton, a por todas
Leclerc se defendió con una salida impecable, mientras Hamilton se zafó de Checo Pérez para situarse segundo, a la estela del Ferrari y con más ritmo. Sainz, el único de los pilotos delanteros que apostó por una estrategia distinta, con neumáticos duros, gestionó bien la situación y escaló al sexto puesto, mientras Verstappen ganó tres plazas de golpe, con adelantamiento espectacular a Albon incluído.
En solo tres vueltas Hamilton tiró de DRS para superar a Leclerc y situarse al frente de la carrera. El británico fue crítico el viernes con el rendimiento del W15 en seco, pero el domingo, en condiciones aún más favorables de la pista, mostró una velocidad impresionante. Solo las decisiones del muro de Mercedes impidieron que lograra su victoria en pista y no en los despachos. Según él, el equipo no le advirtió de las intenciones de Russell y cuando supo que no iba a parar más, ya era tarde para darle alcance.
Red Bull ‘sacrificó’ a Pérez para hacer labor de equipo, pero no bastó para que Verstappen pudiese optar al podio. Y Ferrari fulminó las opciones de Sainz, que llegó a liderar la carrera al estirar su primer stint con duros, pero acabó acatando una segunda parada tras dar solo ocho vueltas con medios. “No entiendo por qué no arriesgamos más para seguir más en pista con los duros”, lamentó el madrileño, que se marcha de vacaciones sin aclarar su futuro.
Piastri retrasó su pitstop y se reservó para el final con mejores gomas. El joven piloto australiano de McLaren, que hace una semana estrenó su palmarés en Hungría, estuvo muy cerca de dar otro golpe, pero cruzó la meta tercero, en el mismo segundo que los Mercedes.
Carlos Sainz adelantó a Pérez para concluir séptimo (sexto después) y Fernando Alonso volvió a puntuar con un noveno puesto (octavo al final) que logró gracias una única parada improvisada “a la desesperada, porque no teníamos ritmo”. El asturiano ya advirtió que noveno es lo máximo a lo que puede aspirar el actual Aston Martin, con las ocho primeras posiciones bloqueadas por los cuatro grandes, que a estas alturas, siguen demasiado lejos.
La F1 afronta ahora un largo parón estival para regresar en Zandvoort, en casa de Verstappen, que será escenario del GP de los Países Bajos, del 23 al 25 de agosto.