La finca Es Molí des Comte, ubicada en los alrededores de Palma, se ha llenado este viernes para recibir a Miguel Bosé y Josep Pàmies. Varios medios de comunicación nacionales han estado esperando al cantante en una de las entradas del recinto, pero no han dado con él. Al haber dos entradas, y hasta una hipotética tercera, ha dificultado que las cámaras captaran al polémico artista. Finalmente, el cantante ha hecho acto de presencia sobre el escenario junto a Pàmies.
Unas 900 personas se han congregado en este espacio, revelado por la organización horas antes de que empezara el acto.
“No vengo por Miguel Bosé, hace tiempo que sigo a Josep”, comenta una vecina de Palma. Mientras, enfrente de la entrada, se han escuchado gritos de “sois unos manipuladores” hacia los medios de comunicación.
Un grupo de señoras, que llegan desde Manacor, expresan en repetidas ocasiones la palabra “respeto”. Mencionan que “es la primera vez que van a un acto como este”, aunque ” hace tiempo que les siguen por redes sociales”. “Venimos a buscar la verdad”, sentencia una de ellas.
En la primera fila de la abarrotada sala se podía ver una silla reservada para la consellera de Salud, Manuela García, quien no ha asistido al acto manteniéndose así en la línea de su departamento, que aseguró que “vigilarian” el acto.
Las puertas se han abierto sobre las 17 horas y se ha procedido al cierre a las 18 horas. La jornada se desarrollará en tres actos.
En primer lugar, a las 18 horas, se ha empezado con un turno de micro-charlas que ha tenido como protagonistas a entidades como Agua de Mar, Bona Ona, Soberania y Salud o Banc del Temps de Sencelles.”Será un debate abierto, maduro y científicamente demostrado”, ha vislumbrado Franceso Lanza, responsable de Bona Ona, Asociación para la Investigación, Información y Divulgación sobre Radiaciones no Ionizantes.
A continuación, se ha procedido al Encuentro PP (Personas Perseguidas) que tendrá como ponentes a Miguel Bosé, Josep Pàmies o los médicos sancionados por el Colegio de Médicos de Baleares Nadiya Popel o Ángel Ruiz-Valdepeñas. Tras el coloquio habra una rueda de preguntas en la que el público podrá participar. Cuando termine, sobre las 21.30 horas, la organización ofrecerá cena y música a cargo de Javier Esteve y Reserva Oriental. Cabe mencionar que los asistentes han aportado un mínimo de 10 euros en metálico antes de que la organización les colocase la pulsera correspondiente para acceder al recinto.
“Mano a mano” entre Miguel Bosé y Josep Pàmies
El moderador del “mano a mano” entre Miguel Bosé y Josep Pàmies, Guillem Ferrer, presentó a los protagonistas de la jornada. Bajo atronadores aplausos entró primero Pàmies y luego Bosé. “Un chico joven que está empezando en la música, que tiene mucho talento”, avanzó Ferrer.
Pàmies empezó con su monólogo avisando que “seguro que hay algun inspector de Sanidad tomando nota”.
En la primera fila, había dos sillas reservadas para la consellera de Salud y el presidente del Colegio de Médicos. “No nos dáis miedo. Habéis elegido el camino equivocado”, ha advertido Pàmies.
El agricultor, sancionado en repetidas ocasiones por la Generalitat, ha retado a las autoridades: “Vamos a crear el MMS movimientos de médicos suspendidos. Será la segunda piedra después de la Stevia en la lucha de David contra Goliat”. Así, ha continuado definiendo el Covid como “plandemia” y denunciando que los “descerebrados políticos” han cumplido órdenes como el confinamiento. Para sentenciar que “el fascismo no es solo Hitler, la democracia actual es fascismo”.
Bosé, “un aliado en esta lucha”
Pàmies ha cedido el turno a Bosé, que antes había presentado como “un aliado en esta lucha”.
El cantante ha avsiado que “están del lado de la verdad” así como sus prácticas no se transmiten el “boca a boca, ni por la publicidad”, sino que por “sus efectos y el convencimiento”.
Bosé ha explicado que “hace 5 años tuvo una tubercolisis muy fuerte que no se supo diagnosticar”. Así, cuando lo hicieron le recetaron cinco antibióticos que “le provocaron daños colaterales muy fuertes”. “Al final me cure con el CDS”, el ponente ha recibido un aplauso atronador. Una ovación continuada cuando admitió “ser orgullosamente negacionista”.