“No voy a participar de la cacería del inmigrante“. La frase la ha pronunciado con vehemencia Juan Manuel Moreno desde su escaño del Parlamento de Andalucía en respuesta a una intervención durísima, mucho más que la línea que habitualmente practica, del portavoz parlamentario de Vox Andalucía, Manuel Gavira. El emisario de Santiago Abascal en Andalucía ha agitado fuerte la coctelera de su guerra cultural en materia migratoria: miedo a los centros de menores, violaciones a niñas, inmigrantes ilegales y “tíos con barba” y un etcétera que ha enfervorecido a los suyos.
Hace apenas unos días, el lunes, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se acercó a las tesis de ultraderecha en este tema al vincular seguridad con inmigración: “Solidaridad sí, pero seguridad también. Para los que llegan, pero también para los que estamos. Los españoles tienen derecho a salir tranquilos a la calle y a sentirse en casa“, llegó a decir el dirigente popular durante la Junta Directiva Nacional. No fue un calentón. No se interpreta así teniendo en cuenta que el líder de la oposición subrayó y dejó por escrito esta idea en un tuit.
De manera concreta, el andaluz ha desmontado la tesis de su jefe de filas al recordar que “solo” el 7% de los delitos cometidos en Andalucía en el último año han sido perpetrados por inmigrantes. “Muchos de ellos son europeos: británicos, italianos…”, ha remachado.
Moreno no ha citado en ningún momento al líder nacional de su partido -tampoco lo ha citado Gavira- pero la rotundidad con la que el presidente andaluz ha frenado los ataques del dirigente ultra y el contraste con lo expuesto literalmente por Feijóo no ha pasado desapercibido para nadie.
En la tribuna de invitados, ésta pregunta ha sido uno de los cara a cara que con más atención se ha seguido en una mañana en la que las izquierdas Por Andalucía (Sumar) y Adelante Andalucía han hablado de viviendas turísticas y modelos de turismo y el PSOE del acatamiento del PP a la sentencia del TC respecto a los ERE, que anula las sentencias de Chaves y Griñán.
El debate migratorio, recurrente en el Parlamento
La tensión dialéctica entre Vox y PP a cuenta del debate migratorio es una constante en el Parlamento, donde el PP tiene mayoría absoluta con 58 diputados en esta legislatura precedida de una primera en la que Moreno necesitó de los votos de ultraderecha para llegar al Gobierno de la Junta.
En el ámbito nacional, la tensión por este asunto ha hecho saltar por los aires los cogobiernos autonómicos de PP y Vox a cuenta de la acogida de los menores migrantes en Canarias que en los picos de llegada se hacinan en recursos de acogida improvisados por la administración autonómica.
De los 400 menores cuyo reparto ha creado esta polémica, Andalucía sólo tendría que acoger 30 niños, ha recordado Moreno. También se ha fajado el presidente en hacer pedagogía sobre la aportación de los inmigrantes a la economía andaluza en sectores como el campo, los servicios o la construcción: Andalucía “necesita inmigrantes siempre de manera regulada” y ha pedido a Vox no usar este asunto como argumento político. “Ustedes lo utilizan de manera sangrante, porque creen que les van a dar votos”.
Con una fotografía de migrantes subsaharianos en las manos, Gavira ha denunciado que “la realidad que llega a las costas andaluzas como consecuencia de las irresponsables políticas del PP y PSOE: todos varones, todos magrebíes, ningún niño, ninguna niña”. “Estos tíos tienen más cuerpo y más barba que usted y que yo“, ha llegado a decir seguido del aplauso de su bancada.
“¿Qué quiere, que cada vez que vea un color distinto de piel, pensemos que es un delincuente? Por votos es capaz de denigrar a personas de nuestro país, esto es un disparate”, ha remachado en una intervención en la que, no obstante, ha tenido la oportunidad de afear que el Gobierno de España “no tiene una política de Estado en materia migratoria ni está haciendo nada para defender las fronteras” del país.
En su turno, Juan Espadas ha calificado las palabras de Gavira de “xenófobas y racistas”.
“Quiere que la inmigración sea el primer problema”
El Centro de Estudios Andaluces ha publicado esta semana el barómetro de verano que, además de la intención de voto, analiza los problemas percibidos por la sociedad andaluza. Un análisis de las respuestas revela que la inmigración es, en esta encuesta, el cuarto problema de los andaluces, con un 4% de las respuestas de los encuestados. Es la primera vez que este asunto se cuela entre las primeras preocupaciones en la comunidad, escalando más de 10 puesto en menos de tres meses.
El bocado a la tarta de la ultraderecha que ha pegado Alvise Pérez a Vox en las elecciones europeas es la razón por la que, según interpreta Moreno, los de Abascal están tachando de “salvajes” a todos los inmigrantes. “Ustedes quieren que sea el primer problema. Son unos irresponsables”, ha espetado el presidente andaluz.