TENDENCIA (por Charly Friend) Compartimos con nuestros amables lectores una reflexión de Mariana Navarro  acerca de la vida.. Tantas ganas de crecer y tantas ganas de volver a la niñez que se pierde el tiempo en ese trayecto.

La imagen que observamos es una evocadora escultura que combina los rostros de una niña y una anciana, simbolizando el ciclo de la vida.

Esta obra de arte nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y la manera en que percibimos nuestra existencia desde la infancia hasta la vejez.

La unión de estos dos rostros en una sola escultura nos recuerda la inevitable transición del tiempo.

La juventud y la vejez ,no son más que etapas de un mismo viaje, conectadas por la continuidad de la vida.

Esta obra nos insta a valorar cada momento, a vivir con plenitud y a respetar la sabiduría de los mayores.

¿Por qué queremos entonces que los minutos y los años vuelvan cuando sabemos que nunca lo harán?

Esta pregunta resuena en la mente mientras contemplamos la escultura.

La melancolía surge del deseo de recuperar el tiempo perdido, de enmendar los errores y de revivir momentos felices.

Sin embargo, la verdadera enseñanza radica en aprender a apreciar el presente y en honrar el legado de quienes han recorrido este camino antes que nosotros.

La escultura nos recuerda que el tiempo es un recurso finito, y nos invita a vivir con propósito, a conectar profundamente con nuestros seres queridos y a valorar la sabiduría de los mayores , quienes, con su experiencia, iluminan nuestro camino.

Tal es la paradoja de la existencia humana.