Pogacar consumó en Niza su tercer amarillo en el Tour, quedándose así a un paso del tetracampeón Chris Froome, el corredor en activo con más entorchados en Francia. Sí, el británico sigue en competición, pese a que su carrera se estrelló contra un muro en el Dauphiné de 2019. Y a dos títulos del Olimpo de Merckx, Anquetil, Hinault e Indurain.
Pero, volvamos a ‘Pogi’. El esloveno culminó en la Costa Azul una carrera dominada de cabo a rabo. De los Pirineos a los Alpes. En la montaña y en la crono. Con exhibiciones encadenadas sobre el asfalto que han enardecido hasta a sus escasos detractores, los que le acusan de abusón. De ser un devorador insaciable que sonrojaría a Merckx, el ‘Caníbal’ con mayúsculas de la historia del ciclismo. Seis triunfos sin ser velocista. Poca broma.
Nada ni nadie ha ensombrecido a Pogacar. Ni tan siquiera Jonas Vingegaard, su némesis deportiva en las dos últimas temporadas. El danés llegó justo de kilometraje a Florencia. Sin la finura muscular que exige la grande entre las grandes. Él fue testarudo y lo intentó. Superó a Pogacar en la undécima etapa. Espejismo. Fue un quiero y no puedo de manual. Su cerebro y sus piernas no estuvieron en sintonía.
Y, una vez logrado el tercer Tour, el del desempate con Vingegaard, ¿qué retos le quedan pendientes a Pogacar para saciar su gula?. El balcánico lo ha ganado prácticamente todo. De los cinco monumentos ciclistas, solo se le resiste la París-Roubaix y la Milán-San Remo. Quizás en su calendario en 2025. Lieja, Lombardía, Flandes, Strade Bianche, París-Niza, Tirreno-Adriático… todas ellas figuran ya en su palmarés.
Tal vez sea el momento de asaltar la ‘Triple Corona’. Inscribir su nombre junto al del belga Eddy Merckx (1974) y el del irlandés Stephen Roche (1987), los dos únicos corredores que han levantado las tres grandes en una misma temporada. Pogacar está en disposición de hacerlo. Con Giro y Tour ya en el zurrón, y su participación en los Juegos Olímpicos de París en el horizonte cercano, el balcánico podría poner el colofón a una temporada para enmarcar en La Vuelta. El jersey rojo está en su debe y ‘Pogi’ tiene una deuda con España. En su única participación, en 2019 y siendo un imberbe de 21 años, enseñó en Los Machucos cántabros que estaba hecho de otra pasta.
El 17 de agosto echa a rodar La Vuelta en Lisboa. Kuss, Roglic, Ayuso y Landa ya han medio asegurado su participación. Vingegaard podría desquitarse y Pogacar asaltar la historia. Javier Guillén, director de la carrera, se frota las manos.