El senador cartista Basilio “Bachi” Núñez es uno de los que evidentemente “ya está mejor” en el gobierno de Santiago Peña, no solo aumentando sus activos, sino pagando “milagrosamente” gran parte su millonaria deuda con la Cooperativa San Cristóbal, crédito que adquirió gracias a la “generosidad” de su excolega exdiputado –ahora acusado en la causa “A Ultranza Py”– Juan Carlos Ozorio (ANR).
Es lo primero que llama la atención de la nueva declaración jurada de Bachi, presentada ayer (obligado por su asunción como presidente del Congreso), donde destaca su millonario crecimiento patrimonial en apenas un año.
En la declaración previa (20/07/2023) reportó un patrimonio neto de G. 2.469.549.296, mientras que en la actualización presentada ayer, su patrimonio trepó a G. 3.575.036.246, lo que hace una diferencia de G. 1.105.486.950 (un 44% más).
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Otro hecho sumamente llamativo es que Núñez, pese a reportar millonarios montos por cobro de alquileres y dividendos por acciones, no declara ninguna cuenta corriente o de ahorro en entidades financieras, y ni siquiera ahorros en efectivo. El año pasado por ejemplo reportó poseer G. 80 millones en efectivo.
Bachi haría operaciones fuera del sistema financiero
Esto implicaría que Bachi haría todas sus operaciones fuera del sistema financiero formal.
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Tampoco puede alegar la omisión u olvido, ya que ante la consulta específica de periodistas acreditados ante la Cámara Alta de si no olvidó declarar nada, este respondió: “He registrado todo, estoy seguro de no olvidarme (de nada)”.
“De 2019 a 2022, tuvimos una utilidad de G. 650 millones que lo reinvertimos en la empresa familiar (astillero), pero ahora sí retiramos el efectivo de más de G. 700 millones, más el préstamo de la Caja Parlamentaria (G. 590.023.754), más, en agosto cobré la otra utilidad (del astillero), que son US$ 78.000 que también figura en mi declaración jurada”, dijo el senador intentando explicar el acelerado crecimiento patrimonial.
Resulta sumamente llamativo que apenas en febrero del año pasado, un Bachi Núñez “agobiado” por deudas y asediado por los acreedores (entre ellos la Coop. San Cristóbal), había puesto en venta el Astillero Villa Hayes SA (del cual es accionista), sin embargo, ahora supuestamente le reportó un dividendo anual de G. 1.355.340.000.
Según el legislador, con dicho dinero canceló parte de la deuda con la Cooperativa San Cristóbal, que el año pasado ascendía a G. 1.020.497.167, y de la cual ahora le resta aún pagar aproximadamente G. 500.000.000 que estima son los intereses, a ser definido por un juez.
También variaron sus inmuebles, despojándose de un baldío valuado en G. 20 millones, y sumó dos propiedades valuadas en G. 100 millones y G. 175 millones, respectivamente.