Desde 2004, cada 21 de julio se conmemora el Día Internacional del Perro. La fecha tiene como objetivo crear conciencia sobre la población canina que no tiene un hogar, ya que estadísticamente es en verano cuando las personas suelen abandonar a sus compañeros peludos.
Todos los perros descienden del lobo gris. La domesticación de la familia Canis es rastreable hasta el periodo Paleolítico Superior. A pesar de que ha estado junto al ser humano durante los últimos 16 mil años, aún sabemos poco sobre la especie Canis familiaris, a la que pertenecen absolutamente todos los perros, desde el chihuahuas hasta el gran danés . No obstante, no son pocos los esfuerzos científicos que se han hecho para conocer al “mejor amigo del hombre”. A continuación, te dejamos siete datos científicos sobre el animal domesticado más leal.
Aún no sabemos si hay una “raza de perros más lista”
Los perros son especialmente inteligentes, eso es un hecho, ¿pero hay una raza más inteligente que otra?. Un estudio reciente dio como ganador al pastor belga malinois, pero los científicos advierten que aún no es posible elegir al tipo más inteligente en tanto no se analicen de manera objetiva a las 354 razas distribuidas en 10 grandes grupos.
Las pruebas que se utilizan para medir las habilidades mentales no están estandarizadas y las razas estudiadas son sólo las más populares. Siempre hay un sesgo que no arroja resultados representativos. Por ello, algunos investigadores piensan que los datos sobre perros listos no arrojan diferencias genéticas entre razas, sino variaciones en las experiencias de vida o la existencia de entrenamiento previo.
2. Los perros han evolucionado para comprender las emociones de las personas
Tienes razón: cuando tu perro te mira fijamente es muy probable que intente comprender tus emociones. Una vez que sabe cuál es tu estado de ánimo, actúa en consecuencia. Para ello utiliza sus agudos sentidos de la vista, oído y olfato. Esta acertada percepción no es más que el resultado de la adaptación de la especie Canis familiaris a su convivencia con el Homo sapiens.
Un estudio reciente publicado en Animal Behaviour encontró que los cerebros de los perros reaccionan ante el llanto de los humanos: las mascotas tienden a estresarse con el sonido de los sollozos y buscan cómo aliviar la carga de su acompañante.
Los perros pueden entender sustantivos
Si le dices a tu mascota que vaya por su pelota, probablemente sepa que el sonido de la palabra “pelota” está relacionado con su objeto esférico favorito. La revelación es notable. Hasta hace poco solo estaba confirmado que los perros podían reconocer instrucciones a través de palabras o gestos si se les entrenaba especialmente para eso.
El reconocimiento de los sustantivos y verbos que tienen los perros aún no puede compararse con el proceso de formular imágenes mentales de los seres humanos. Un perro puede entender la instrucción “corre” y la palabra “puerta” pero no está confirmado que en su cerebro se unan ambos conceptos para desencadenar una acción como “correr a esa puerta” ni una figura mental de la acción.
Su olfato podría revelar males en tu cuerpo
Casi todo el mundo sabe que los perros tienen un excelente olfato. Algunos trabajadores de aeropuertos han comprobado que las narices de los canes incluso pueden encontrar sustancias ilícitas ocultas. Muy pocas personas conocen que las células sensoriales del C. familiaris pueden ser entrenadas para oler Parkinson u otras enfermedades. De acuerdo con una investigación de febrero de 2024, la precisión para identificar algunas afecciones neurodegenerativas puede ser de hasta el 86%.
No hay certeza sobre por qué mueven la cola
El motivo por el que tu perro mueve la cola es un misterio hasta la fecha. La creencia popular dicta que lo hacen por felicidad y comodidad. La ciencia afirma una y otra vez que no es una pregunta tan sencilla de responder. Para la oscilación de la cola pueden tomarse perspectivas, mecanicistas, ontogenéticas, funcionales y hasta evolutivas.