El 19 de julio de 2007, se cumplen 17 años, la prensa de Madrid informó que el Real Madrid estaba dispuesto a pagar los 60 millones de euros de la cláusula de rescisión de Andrés Iniesta, jugador del FC Barcelona. Después de los casos de Figo y Saviola, el siguiente en la lista del equipo blanco era, ni más ni menos, que uno de los ídolos de la afición barcelonista: el crack manchego.
El equipo madridista, en el verano de 2007, estaba dispuesto a dar un gran pelotazo que, finalmente, no se consumó. Tenía muy claro que iba a invertir la friolera de 60 millones de euros, que es lo que costaba en ese momento la libertad de Iniesta. Se aseguró que las negociaciones estaban abiertas y que el jugador vería con buenos ojos cambiar el Camp Nou por el Santiago Bernabéu. El jugador entraba de lleno en los planes del entrenador, el alemán Bernd Schuster, que apostaba por el fútbol de toque.
Negociaciones con el Barça
El Madrid atacó el fichaje en el peor momento de Iniesta en el Barça. Andrés tenía entonces una de las fichas más bajas y el club no estaba por la labor de actualizar de forma inmediata su contrato pese a la promesa que le había hecho el club en este sentido. Iniesta, por aquel entonces, acababa contrato en junio de 2010, había jugado con el primer equipo cinco temporadas, desde la 2002-03 a la 2006-07.
El director deportivo del Real Madrid entre 2006 y 2009, Pedrag Mijatovic, reconoció que Iniesta estaba en su agenda y en 2023 admitió que “estuvimos cerca y aprovechamos un momento en el que tuvo que renovar el contrato y el jugador no llegaba a un acuerdo con el Barça”.