Alberto Núñez Feijóo preparó su intervención para el Pleno en el que Pedro Sánchez iba a presentar su plan de calidad democrática a conciencia. En Génova insistían en que era una semana “muy complicada” para que el presidente hablara de regeneración, con muchos frentes sensibles abiertos, y especialmente el que afecta a su mujer. Begoña Gómez declara este viernes como investigada en un juzgado de Madrid. El paquete de medidas que afectaba a medios de comunicación -y que Sánchez llevaba semanas anunciando- se limitó a lo que recoge un reglamento europeo de obligado cumplimiento, que es exigente con la transparencia de los propietarios de los medios y el destino de la publicidad institucional, además de contener fuertes garantías para la independencia y la libertad de prensa.
Sánchez incluso fue citando cada artículo de la norma para que no hubiera dudas de lo que quería decir. El convencimiento entre los conservadores, aún así, es que el Gobierno promoverá medidas para dañar a algunos medios digitales mediante nuevas propuestas de medición de audiencias. Lo que dijo el presidente es que abriría una ronda de consultas con los distintos grupos parlamentarios para consensuar lo que se haga en España. Algunos de sus socios habituales, como el PNV, no lo ven con buenos ojos.
Con todo, en el PP reconocían durante el pleno que la intervención de Sánchez fue más descafeinada de lo que preveían tras semanas hablando de “censura” y “peligro” para los medios de comunicación. La sensación en la cúpula conservadora sigue siendo que el presidente está “tocado” por las novedades recientes sobre su mujer: desde las reuniones reconocidas por Carlos Barrabés en Moncloa hasta la investigación que ahora pide la Universidad Complutense tras reprochar a Begoña Gómez su falta de colaboración para determinar si se apropió o no de un software universitario.
Esto último llegó en pleno debate -se lo echó en cara Feijóo en el turno de réplica- y en la dirección nacional apuntaban: “Por eso la respuesta de Sánchez tan baja y chusca”, en referencia a la insistencia en hablar de “las relaciones abiertas” entre PP y Vox tras su ruptura en las autonomías con juegos de palabras constantes y, sobre todo, el discurso que le dedicó al jefe de la oposición acerca de la televisión pública gallega durante su etapa en la Xunta de Galicia o las “relaciones con el narcotráfico” -una vez más- asegurando que llegó a secuestrar la publicación del libro Fariña mientras el autor decía en las redes sociales que fue una jueza y no el PP.
“Esto es lo que le pasa”, repetían cargos populares señalando una y otra vez la noticia sobre la Universidad Complutense. Lo que ha hecho el centro universitario en las últimas horas es dirigirse al juez Juan Carlos Peinado para advertir que si aparecieran indicios que apuntan a un perjuicio patrimonial, solicitará ejercer acciones legales como parte perjudicada. La Universidad -cuyo rector ya declaró también hace días- atribuye a la “falta de cooperación” de la mujer del presidente su incapacidad “a una conclusión definitiva por sus propios medios”.
Feijóo lo ponía negro sobre blanco en su segunda intervención: “A usted lo que le pasa es que es miércoles y en dos días es viernes”. El resumen era ese: que en 48 horas la mujer del presidente declarará ante el juez.
Fuentes del PP dan por hecho que habrá “nuevos capítulos” en torno a la Universidad, la cátedra y el máster en el que tanto colaboró Barrabés. De hecho, los conservadores no descartan ampliar la comisión de investigación en el Senado con esta nueva variable universitaria. Hay dirigentes conservadores convencidos de que el asunto del centro docente “es el más feo” para Begoña Gómez.
Lejos de aflojar, en el entorno de Feijóo confirman que el caso “solo irá a más” y que su pretensión es exprimirlo lo máximo posible. El líder conservador ya descartó que fueran a hacer comparecer a la esposa del presidente en el Senado, entendiendo que eso es cosa ya de los tribunales. Pero sí llamarán a la vuelta del verano a Sánchez. Y además advierten que pretenden poner en marcha nuevas iniciativas parlamentarias -ya han registrado preguntas sobre el hermano del presidente y la investigación abierta en un juzgado de Badajoz- también.
“Con la Gürtel pasó algo así”, dicen, en referencia a cómo el PSOE exprimió cada novedad. “Pues esta es la suya”, zanjan para exponer más gráficamente cuál será la estrategia con las novedades sobre el ‘caso Begoña’: conseguir el mayor desgaste para Sánchez, sin quitar el ojo a que ya hay un socio -el PNV- que públicamente reprochó ayer la conducta de su esposa aunque finalmente no sea delito.