Janete Candeia, residente en la comunidad Gleba II del distrito de Mbaracayú, en el norte del Alto Paraná, transformó la necesidad de alimentos naturales libres de gluten y lactosa de su familia en una oportunidad de emprendimiento, que a la vez, trae beneficios a su comunidad, en la Reserva Natural Itabó, y es una fuente de ingreso económico para ella.
El emprendimiento “Vida Saudável” inició hace menos de un año con la elaboración de productos sin estos componentes. Lo que comenzó como una necesidad familiar, se transformó rápidamente en un próspero emprendimiento que ahora beneficia a toda la comunidad local.
Janete Candeia convirtió su pasión por la alimentación saludable en un negocio que ofrece una amplia variedad de productos, incluyendo panes, tortas, pizzas, empanadas, coixinhas y más. Utiliza ingredientes frescos y de alta calidad en la elaboración de sus productos. Ella misma prepara las mezclas de harina, empleando arroz, almidón de mandioca, maíz, fécula de batata y otras moliendas libres de gluten.
Con el paso de los meses esto fue más allá del ámbito familiar, convirtiéndose en una fuente de bienestar para la comunidad y de ingreso económico para ella y los suyos, con productos a domicilio y la opción de que el cliente pueda buscarlo desde su local.
Para Janete, su proyecto va más allá de una simple actividad comercial. Representa una forma de promover la alimentación saludable y brindar opciones a personas con intolerancias alimentarias. “Empecé sin la intención de vender, ahora pienso en las personas que pueden, por ejemplo, disfrutar de una torta o una pizza. Eso nos motiva”, agrega.
Su historia ejemplifica el compromiso de muchos habitantes de la zona con el desarrollo sostenible en la región. La trayectoria de este negocio familiar sirve como fuente de inspiración para quienes buscan iniciar un negocio con un impacto positivo en su comunidad y en el medio ambiente.
La productora demostró que la elaboración de alimentos saludables, con ingredientes de calidad y bajo un enfoque sostenible, puede ser una actividad económica viable y beneficiosa para la sociedad.
Este emprendimiento no solo mejora la calidad de vida de los consumidores, sino que también fomenta prácticas agrícolas sostenibles y fortalece el tejido social de la comunidad de la Reserva Natural Itabó, una de las ocho áreas protegidas de Itaipu y además forma parte de la zona núcleo de la Reserva de Biósfera Itaipu (RBI).