Los gazatíes ya la llaman la “semana de las masacres“, y aún es martes. En apenas nueve días, el Ejército israelí ha atacado a seis colegios de Naciones Unidas abarrotados de civiles desplazados. Igual que ha ocurrido esta mañana en una escuela del campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, donde han muerto 23 personas. También una zona adyacente al mar de tiendas de campañas que albergan a familias desplazadas en el Mawasi, cerca de Jan Yunis, en el sur de Gaza, ha vuelto a ser objetivo de los bombardeos israelíes. Allí, 17 personas han perdido la vida, incluidos varios niños. A medida que la guerra contra Gaza va desapareciendo de los telediarios, las autoridades israelíes intensifican su actividad militar al nivel de los primeros días de la guerra. Al menos 38.731 personas han muerto durante estos nueve meses en ataques del Ejército israelí, que vuelve a llevar a la población palestina al extremo.
Como ya es costumbre, el Ejército israelí ha confirmado en un comunicado haber atacado una escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) en Nuseirat. Allí supuestamente se concentraba un grupo de milicianos de Hamás que “planearon y dirigieron numerosos ataques contra las tropas en Gaza”. “Antes del ataque, se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles, incluido el uso de vigilancia aérea, municiones precisas e inteligencia adicional”, repiten las autoridades militares en cada comunicado. Unas 23 personas han muerto y 73 han resultado heridas, según las autoridades sanitarias del enclave. Ese mismo campo de refugiados fue escenario de una de las operaciones más polémicas del Ejército israelí desde el inicio de la guerra. Para lograr rescatar a cuatro rehenes con vida, mataron a 273 palestinos en un sólo día y un sólo lugar.
También en Mawasi, las nuevas bombas israelíes caen sobre los restos de antiguas. El pasado sábado las tropas israelíes atacaron esta zona matando a 90 gazatíes e hiriendo a más de 300 en un intento de asesinar a Mohammed Deif, comandante jefe de las Brigadas al Qassam, el ala militar de Hamás. Esta vez las autoridades israelíes han justificado su bombardeo al oeste de Jan Yunis, donde está la zona costera de Mawasi, una “zona segura” según han decretado ellas mismas, con el objetivo de atacar a un comandante de la Yihad Islámica. Al menos 17 personas, entre las que se encuentran niños, han muerto y otras 26 han resultado heridas. Entre las víctimas de los ataques del martes, se encuentra el periodista Mohammed Abdalá Mishmish, director de un programa en la radio Al Aqsa. Ya son 160 los reporteros muertos en esta guerra, haciéndolo el conflicto más letal para periodistas en décadas alrededor del globo.
Mitad de la cúpula militar muerta
Israel ha bombardeado el 70% de las escuelas administradas por la UNRWA en Gaza, según ha denunciado la propia agencia. “Más del 95% de estas escuelas fueron utilizadas como refugio cuando fueron atacadas, y 539 personas refugiadas en las instalaciones de la UNRWA han muerto”, ha dicho la organización en su cuenta de X. Los hospitales adyacentes a los lugares atacados están desbordados. Trabajando día y noche sin descanso durante 284 días, a la vez que intentan sobrevivir a los ataques, el personal sanitario palestino está completamente agotado. El Ministerio de Salud de Gaza ha exigido a las autoridades israelíes, a cargo de las fronteras, que permita el ingreso de delegaciones médicas internacionales al enclave y que active un flujo constante de suministros médicos para ayudar al sector a recuperarse parcialmente.
Por su parte, el Ejército israelí ha asegurado haber matado a la mitad de los dirigentes del ala militar de Hamás. También ha subrayado que aproximadamente 14.000 miembros de la organización han resultado heridos en Gaza, incluidos seis altos comandantes de brigada y más de 20 comandantes de batallón. Considera que Hamás se encuentra en una crisis de personal, que la capacidad de mando y control de las fuerzas militantes sobre el terreno se está erosionando y que existen “grietas” en la motivación de los militantes y los comandantes. Las autoridades militares hebreas también declararon que desde el estallido de la guerra, 37.000 objetivos en Gaza han sido atacados desde el aire, igual que más de 25.000 infraestructuras militantes y sitios de lanzamiento de cohetes. Además, afirman que Hamás está tratando de resolver la falta de combatientes reclutando civiles no profesionales para el brazo militar de la organización.