El profundo malestar y enfado generado por la gira del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, en los primeros diez días de presidencia rotatoria de la UE -particularmente el viaje a Moscú para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin sin consultar a sus socios europeos- ha llevado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a dar un golpe en la mesa y anular la tradicional visita del equipo de comisarios al país que asume la presidencia semestral y rebajar el nivel político de la delegación del Ejecutivo comunitario en las reuniones informales que se celebren en Hungría donde estará representado por funcionarios y no por comisarios.
“A la luz de los recientes acontecimientos que han marcado el inicio de la presidencia húngara, la presidenta ha decidido que la Comisión Europea solo estará representada a nivel de altos funcionarios durante las reuniones informales del Consejo. La visita del colegio (de comisarios) a la presidencia no tendrá lugar”, ha anunciado el portavoz de la alemana, Eric Mamer. Bruselas escenifica así su rechazo a la estrategia de un dirigente europeo que no ha dejado de poner obstáculos a Ucrania desde que Rusia lanzara la invasión en febrero de 2022. De hecho es el único Estado miembro que mantiene bloqueados más de 6.600 millones en ayudas para financiar la compra de armamento.
Los rumores sobre un posible boicot a las reuniones informales organizadas por Budapest comenzaron hace una semana, a raíz de la autodenominada “misión de paz” puesta en marcha por Orbán, que le llevó primero a Kiev, donde se reunió con Volodimir Zelenski, después a Moscú, donde se entrevistó con Vladimir Putin, y por último, a Pekín, para entrevistarse con Xi Jinping, antes de desplazarse a Washington para participar en la cumbre de líderes de la OTAN. Unos viajes que cogieron desprevenidos al resto de socios europeos y que llevaron a las instituciones europeas a dar un paso al frente y recordar a sus aliados internacionales que Orbán no viajaba en calidad de representante de la UE ni tenía ningún mandato de ningún tipo.
Explicaciones en Bruselas
La gira provocó una profunda irritación en Bruselas hasta el punto de que el embajador permanente de Hungría ante la UE se vio obligado a dar explicaciones a sus homólogos europeos hace una semana. Aquel encuentro se saldó sin consecuencias, aunque sí hubo acusaciones contra Budapest por “instrumentalizar” la presidencia rotatoria del Consejo, “no respetar y romper los tratados” y provocar una “pérdida de confianza” cuando todo Estado miembro que ocupa la presidencia semestral de la UE debe ejercer de mediador “honesto”.
Durante aquella reunión fueron varias las delegaciones que se mostraron partidarias de adoptar medidas. Sin ir más lejos los países nórdicos y bálticos que anunciaron su intención de limitar sus relaciones con Hungría. Este lunes la presidencia de la Comisión Europea, a tres días de que el pleno del Parlamento Europeo decida sobre su reelección, ha anunciado su intención de dar la espalda a Hungría y boicotear la presidencia. El grupo en el que milita el Fidesz de Orbán, los ‘Patriotas por Europa’, en el que comparten bancada con el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen ya han anunciado que votarán en contra de von der Leyen.