La vicepresidenta del Barcelona, Elena Fort (Barcelona, 1970), responsable del área institucional y del ‘Espai Barça’ admite, en un entrevista concedida a EFE, que una parte el barcelonismo vive instalada en el concepto del “todo mal”.
“Sí, (está instalada en el) no a todo, (en que) no nos gusta nada”, comentó ante las críticas a la gestión de la directiva de Joan Laporta, no solo en lo concerniente a la construcción del nuevo Spotify Camp Nou, sino también en la gestión diaria del club.
¿Cómo es su relación con Joan Laporta?
Nos conocemos desde hace más de 28 años, la primera vez que se presentó. Lo considero personalmente como un hermano mayor, el hermano que no he tenido. Y siempre digo que seguramente la persona que más ha confiado en mí.
Se lo preguntaba también porque en los últimos días han ido apareciendo diferentes informaciones sobre el envío de cartas anónimas a algunos medios de comunicación en las que se informa sobre la existencia de diferentes facciones en la directiva…
No comentaré cosas que se comentan por sí solas, no vale la pena. Sinceramente.
¿Y en cuanto al préstamo recibido por parte de ISL, un proveedor del club, a una cuenta mancomunada de los directivos para hacer frente al aval al obliga LaLiga? ¿No rechina estética y éticamente?
El caso ha pasado por ‘compliance’ y las cuestiones están claras. Así me gustaría pensar. Existe un informe que dice que no hay incumplimiento del código ético. Otra cosa es cómo cada uno lo quiera valorar personalmente y más que una cuestión de estética, es una opinión personal y cada uno puede tener la suya.
¿Se reunió la comisión de ética y transparencia, de la que usted es presidenta, para elaborar algún informe o tratar el asunto?
Sí, pero lo que tiene que quedar claro es que hay disfunciones a la hora de informar y que la Comisión de ética y transparencia no es la competente para tratar ese tema. Hay unos circuitos que pasan por el ‘compliance’, porque esta comisión no tiene competencia para tratar expedientes sobre situaciones o actuaciones particulares o individuales de ejecutivos o directivos.
Por lo tanto, la Comisión de ética pidió conocer detalles de este tema, y yo como presidenta, pero a la vez como persona con intereses, me aparté del proceso. Cuando llegue el momento, presentará su informe a la Junta, pero insisto, no es competente ni para tramitar ni para resolver cuestiones de esa índole que por ley están limitadas al ‘compliance’.
Hace unos días hubo una resolución judicial desfavorable sobre la posibilidad de que el Barcelona pudiera romper el contrato con Nike. ¿Hay algún tipo de negociación en marcha?
Cuando tengamos alguna novedad, la informaremos. Hay buenas noticias, hay un buen trabajo detrás, pero lo que pasa es que son situaciones complejas que requieren tiempo y a veces tenemos mucha impaciencia.
Pero las cuentas en cualquier entidad deportiva se cierran el 30 de junio, estamos a 16 de julio y se desconoce si el Barça podrá acogerse al 1:1…
Estamos trabajando para que todo salga bien.
Últimamente están proliferando muchos grupos opositores preocupados por el estado económico del Barça…
Que vaya por delante que este tipo de preocupaciones están bien, que un club como el Barça tenga gente que se preocupe en el día a día de lo que pasa en el Barça. Tengo todo el máximo respeto a todas las personas que manifiestan su voluntad de saber, de conocer y de preocuparse cómo se gestiona el club.
Somos un club vivo, propiedad de sus socios y objetivamente estoy contenta en este sentido, pero es curioso que en 2021 cuando hacía falta salvar a este club, no hubiera tantas personas dispuestas a jugársela, a sacrificarse y a estar al mando de una situación compleja.
¿Entonces considera desmedidas las críticas?
Sinceramente, no sé si es el momento para esas críticas tan feroces. Sí para el planteamiento, sí para hablar. Las opiniones están bien, pero cuando son interesadas y basadas en hechos inciertos, entonces no son justas.
¿Mantiene la directiva contacto con todo este tipo de actores de la oposición que han aparecido últimamente?
Con los últimos grupos que se han presentado, no hemos hablado, pero estamos abiertos a recibirles y a explicarles, porque quizás estén mal informados o no tengan toda la información correcta.
Usted hablaba de ese 2021 en el que no hubo valientes que quisiesen venir a torear este toro. Imaginamos que la ilusión es que se pueda reflotar la nave y esta junta directiva tenga una segunda parte, no? ¿Una segunda legislatura?
Entiendo que es lo lógico hoy en día. Estamos tan enfrascados en que todo funcione bien, que no es una cosa que tengamos sobre la mesa, pero cuando llegue el momento nos decidiremos.
Veo al presidente (Joan Laporta) muy fuerte, por lo tanto… Además creo que es de justicia que podamos disfrutar del trabajo que hemos hecho, de todo aquello que hemos tenido que sufrir, y vivirlo desde una relajación distinta a la que tenemos.
¿Le gustaría disfrutar el nuevo Spotify Camp Nou como presidenta del Barça algún día?
Lo que me gustaría es que un día haya una presidenta del Barça, porque sería una sensación de normalidad absoluta, y hoy en día no lo veo tan fácil.
Pero es extraño que el Barça, que es seguramente una de las instituciones más importantes de Cataluña, no solo no haya tenido nunca una presidenta, sino que en el caso de esta directiva solo tenga a una mujer en su equipo directivo, ¿no?
Es así, pero es que tampoco ocurre en la política y eso que la política es un campo más avanzado por las leyes que hay de igualdad. Culturalmente el fútbol sigue siendo masculino y creo que hay un gran trabajo por hacer, pero tenemos una gran ventana al mundo, que es la de nuestro equipo de fútbol femenino, que ha dado un ejemplo de lo que es pasar prácticamente del anonimato a lo más alto, y eso ha abierto muchas puertas.
El Barça tiene un 27 por ciento de mujeres socias y es muy difícil tener la representatividad como presidenta. Personalmente siempre hago una autocrítica como mujer, porque tenemos ese síndrome de la impostora. ¿Cuál es? Pensar que no lo haré suficientemente bien, que no puedo hacer esto o aquello y que es mejor dejarlo.
Las mujeres tenemos que dejar de tener miedo a estar en determinados cargos porque pensemos que no son los sitios que nos corresponden. En ese sentido, yo estoy aquí un poco para intentar abrir esas ventanas, evidentemente no desde la parte deportiva, sino desde la ejecutiva.
Así que no habrá una mujer presidenta del Barça hasta que no hayan más mujeres socias.