El Aeropuerto Internacional de Querétaro (AIQ) tiene la capacidad y las características para convertirse en un puerto espacial. Las autoridades del estado avanzan en el proceso para establecer la primera plataforma de este tipo en el país. Marco Antonio del Prete, titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) de la entidad, estimó que el proyecto podría concretarse a finales de este año.
Los estudios preliminares para obtener la certificación ante la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos Federal (FAA, por sus siglas en inglés) concluyeron que la terminal aérea cuenta con las condiciones adecuadas para operar una base de despegue y aterrizaje de naves espaciales. El funcionario explicó que entre ellas destacan la ubicación, las bajas temperaturas, la reducida humedad y la poca densidad poblacional alrededor del aeropuerto. La pista de más de 4 kilómetros del AIQ también es un factor. El aeropuerto se localiza entre los municipios de Colón y El Marqués, a 22 kilómetros de la capital de Querétaro. Ocupa una superficie de más de 688 hectáreas.
El siguiente paso es obtener la aprobación definitiva de la FAA. El proceso durará cerca de seis meses. Se está gestionando en colaboración con un despacho consultor estadounidense. La próxima evaluación determinará si es necesario integrar infraestructura adicional al aeropuerto para operar con seguridad y eficiencia como pista espacial. Hangares, zonas específicas de mantenimiento y tanques para almacenar combustible pueden ser parte de los requisitos. Del Prete asegura que en México no existen instalaciones para brindar asistencia a los servicios espaciales. “Este sería el primer puerto espacial en el país”.
Incursionar en la millonaria industria espacial
El Foro Económico Mundial calcula que la industria espacial alcanzará un valor de 1.8 billones de dólares en 2035, lo que representa una tasa promedio de crecimiento anual de 9%, frente a los 630,000 millones registrados en 2023. Las autoridades queretanas pretenden inyectar parte de este capital a la economía local.
El primer objetivo es atraer a diversas empresas del sector. En abril, representantes del Gobierno estatal se reunieron con directivos de Intuitive Machines, la compañía detrás del primer módulo de aterrizaje privado en llegar a la superficie lunar. Iniciaron negociaciones con Axiom Space, fabricante estadounidense de infraestructura espacial y operadora de viajes comerciales al cosmos. También han tenido acercamientos con las firmas Advanced Contact Intelligence Organization y Collins Aerospace.
“Es una industria de nicho, porque no está tan desarrollada. Pero el sector se está democratizando; se está haciendo cada vez más comercial. Hay más empresas que están empezando a incursionar en este campo. El puerto espacial nos permitirá, como estado, captarlas y desarrollarlas”, adelantó el titular de la Sedesu. Expone el potencial de negocio con lo que ocurre en el Aeropuerto de Ellington, en Houston. La terminal está certificada como puerto espacial. Pese a que ninguna nave ha despegado desde aquel lugar, el proyecto de inversión en la base está valorado en más de 5,000 millones de dólares.
“Es a lo que queremos llegar a través de esta certificación. Buscamos atraer empresas que les interese desarrollar naves y manufacturar componentes para la industria aeroespacial. En una segunda etapa, pretendemos que el aeropuerto internacional sea utilizado para el despegue y aterrizaje de naves”.
En el mundo existen alrededor de 53 puertos espaciales. La mayoría están ubicados en Estados Unidos, Rusia y China. Sudamérica cuenta con dos: el Centro Espacial de Punta Indio en Argentina, y el Puerto Espacial de Kourou en la Guayana Francesa. El Gobierno de Perú presentó en diciembre del año pasado una propuesta para construir la primera terminal espacial del país. La plataforma sería construida en la Base “El Pato”, administrada por la Fuerza Aérea local. El proyecto implicaría una inversión cercana a 1,000 millones de soles (264 millones de dólares).