Un nuevo método de investigación de astrofísicos del Instituto Max Planck en Alemania ha sumado más evidencia acerca del primer agujero negro de una categoría nunca antes vista. Los datos apuntan a que el cúmulo globular Omega Centauri, a solo 17 mil años luz de distancia y visible a simple vista, contiene un agujero negro de masa media.
Estos fenómenos suelen ser apodados como el ‘eslabón perdido’ de los agujero negros. Por un lado, los agujeros negros más evidentes son los supermasivos, con cientos de miles o millones de veces la masa del Sol. Por otro lado, están los agujeros negros de masa baja o estelares. Su masa mínima es al menos 3 veces la del Sol mientras que el más grande en categoría es un objeto con 80.3 masas solares.
La astronomía ha observado principalmente agujeros negros muy grandes y muy pequeños. Sin embargo, según la teoría de la Relatividad General, no hay razón para que no existan los de tamaño medio. Su masa aproximada oscila entre 100 y cientos de miles de masas solares. La ausencia de agujeros negros medianos en los registros es desconcertante. La NASA ha explicado que hay varios candidatos en el firmamento, pero su lejanía dificulta su confirmación. Nueva evidencia apunta a que uno de los objetos más brillantes en el cielo podría albergar al primero en la historia.
El agujero negro de masa media siempre estuvo ahí
Omega Centauri, también conocido como NGC 5139, es el cúmulo globular más grande y observable a simple vista. Es visible desde el hemisferio sur, en la constelación de Centaurus. Contiene varios millones de estrellas muy cercanas entre sí. Están tan juntas que el cúmulo parece un solo objeto superluminoso en el firmamento. En 2008, la ESA confirmó que dentro de este agrupamiento anómalo había un agujero negro. Desde entonces, se cree que podría tratarse de la ansiada singularidad gravitacional de tamaño medio.
Casi 15 años después, el enigma parece haberse resuelto. Los científicos Nadine Neumayer y Anil Seth analizaron siete estrellas que se movían muy rápido dentro del cúmulo. Los astrofísicos pensaban que estas estrellas se desplazaban demasiado aprisa en relación con un agujero negro pequeño. “Solo a partir de las velocidades podemos inferir un límite inferior firme para la masa del agujero negro, aproximadamente 8,200 masas solares, lo que lo convierte en un buen candidato para un agujero negro de masa intermedia en el universo local”, afirma la investigación publicada en Nature.