Sospecho que no soy el único aquí con cierto cariño por la película de catástrofes de 1996 Twister, porque de pequeño no había nada más guay que los vendavales (eso, y los dinosaurios). Como persona mayor a día de hoy, aprecio el trabajo de guion, el reparto repleto de estrellas y esa brillante cursilería de la época de los éxitos de taquilla de los 90. Twister sigue siendo un placer culpable deliciosamente cutre, con mucho encanto y frases chorra. En todo caso, es una película memorable.
No puede decirse lo mismo de Twisters, una secuela que nadie pidió realmente pero que, sin embargo, se ha sacado del fondo del baúl de la nostalgia 28 años después. La continuación pretende mantenerse por sí misma, pero al menos en gran parte es la misma en cuanto a estructura y espíritu de su predecesora. Esta vez seguimos a una joven cazadora de tormentas llamada Kate Cooper (Daisy Edgar-Jones), que, tras una traumática experiencia con un tornado, se enfrenta a sus miedos cuando un contratista la invita a volver al campo para escanear en 3D los horribles torbellinos de Oklahoma. Pero, ¿qué sería de una película de Twister sin un puñado de paletos amantes de los tornados? Te presentamos a los payasos de los ciclones, los Tornado Wranglers, liderados por la personalidad de YouTube Tyler Owens (Glen Powell), un apuesto meteorólogo vaquero que rápidamente entra en el radar de Kate como competencia, con una química entre ellos que pronto se intensifica.
<bild></bild>
El amor empieza con problemas, así que ya sabemos adónde conducirá la tensión entre la chica de la "gran ciudad" y el chico vaquero. Edgar-Jones no es Helen Hunter y Powell ciertamente no es Bill Paxton, pero todo resulta lo bastante dulce y desenfadado como para que te preocupes por los personajes mientras el tornado destroza pequeñas ciudades. Hay que decir que la atracción principal no decepcionará a los aficionados a los tornados. Sigue siendo, después de todos estos años, increíblemente divertido ver cómo los huracanes devoran violentamente todo y a todos a su paso. La devastación es muy de la vieja escuela para los estándares de las películas de catástrofes, lo que seguramente satisfará a los fans de Twister y hará que los meteorólogos de todo el mundo se arranquen los pelos al unísono por la ciencia volátil y el desigual realismo de la cinta.
Me gusta el, ejem, tormentoso viaje del personaje de Kate, pero aparte de eso, no hay mucho que sorprenda en este film. Aunque esta vez procure una narrativa más artificiosa que en su predecesora, no es que vayas a rememorar la historia anodina gracias a su calculada previsibilidad. Sin embargo, no verás Twisters por su trama, porque hay mucho caos tormentoso y terror para todos los amantes del cine de catástrofes, pero sin la memorable cursilería del original.
<video>