Según Elon Musk, cofundador de Neuralink, Starlink, SpaceX y Tesla, una segunda persona recibirá pronto un implante cerebral experimental de Neuralink.
La empresa está introduciendo cambios en el procedimiento quirúrgico y la colocación del dispositivo para evitar los problemas que surgieron con el primer participante, cuyo implante se desprendió parcialmente del cerebro pocas semanas después de la operación.
Visión artificial
Neuralink está desarrollando una interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés), que utiliza las señales cerebrales de una persona para controlar un dispositivo externo. Su primer producto, llamado Telepathy, pretende ayudar a personas paralíticas a manejar una computadora utilizando solamente sus pensamientos. Musk ha dicho que Neuralink está trabajando en un segundo producto, llamado Blindsight, para proporcionar visión artificial a personas ciegas.
“Una forma de pensar en el dispositivo Neuralink es algo así como un Fitbit o un Apple Watch con pequeños cables o electrodos”, explicó Musk en el video, que fue transmitido en vivo en su plataforma de medios sociales, X. A corto plazo, el dispositivo Neuralink está destinado a ayudar a las personas con discapacidad, pero Musk expresó que su objetivo a largo plazo es utilizar la tecnología BCI “para mitigar el riesgo civilizacional de la IA por tener una simbiosis más estrecha entre la inteligencia humana y la inteligencia digital.”
Por ahora, la empresa está llevando a cabo un estudio de viabilidad inicial para evaluar la seguridad y la funcionalidad de su dispositivo en personas con parálisis. Como parte del estudio, Noland Arbaugh se convirtió en enero en la primera persona en recibir el implante cerebral de Neuralink. Arbaugh está paralizado de hombros para abajo debido a un accidente de natación ocurrido en 2016.
Cómo es el implante cerebral de Neuralink
El implante de Neuralink, del tamaño de una moneda, se coloca en el cráneo y tiene 64 hilos de alambre flexible más finos que un cabello humano que se extienden por el tejido cerebral. Cada hilo contiene 16 electrodos que recogen las señales de movimiento de las neuronas.
Al principio, el dispositivo funcionaba como debía. Arbaugh podía utilizar un cursor con sólo pensarlo, lo que le permitía jugar videojuegos, enviar correos electrónicos a sus amigos y navegar por internet. Pero unas semanas después de la operación, el implante empezó a funcionar mal y Arbaugh perdió el control del cursor.
En una entrada de blog publicada en mayo en su sitio web, Neuralink afirmaba que varios hilos se habían retraído del cerebro de Arbaugh, con la consiguiente disminución neta del número de electrodos efectivos. En respuesta, Neuralink modificó su algoritmo de registro neuronal para que fuera más sensible y mejoró la forma en que traduce las señales neuronales en movimientos del cursor.
Arbaugh ha vuelto a utilizar una computadora con su cerebro, aunque solamente el 15% de los hilos del implante siguen funcionando, según los ejecutivos de Neuralink. En una entrevista con WIRED, Arbaugh sostuvo que el dispositivo le ha devuelto la sensación de independencia.
Reparar los errores
Aún así, Neuralink está tratando de evitar los mismos problemas con su segundo participante en el estudio. “Realmente queremos asegurarnos de que hacemos el mayor progreso posible entre cada paciente Neuralink”, señaló Musk el miércoles.
Durante la actualización del video, los ejecutivos de la compañía reconocieron que el aire quedó atrapado dentro del cráneo de Arbaugh después de la cirugía, lo que podría haber contribuido a la salida de los hilos. Matthew MacDougall, jefe de neurocirugía de Neuralink, indicó que la empresa está tomando medidas para eliminar esta bolsa de aire en su segundo voluntario. También tiene previsto insertar los hilos a mayor profundidad en el tejido cerebral y hacer un seguimiento de su movimiento.
“Se puede pensar que la solución más obvia para los hilos que se salen del cerebro es insertarlos a mayor profundidad. Nosotros también lo creemos así, por lo que vamos a ampliar la gama de profundidades a las que insertamos los hilos”, d MacDougall.
Además, los cirujanos de la empresa planean “esculpir la superficie del cráneo” para reducir al mínimo el hueco bajo el implante, de modo que quede a ras del contorno normal del cráneo. Esto, según MacDougall, debería “minimizar el hueco bajo el implante” y “acercarlo al cerebro y eliminar parte de la tensión en los hilos”.
Musk añadió que Neuralink está trabajando en un implante de nueva generación que tiene 128 hilos, cada uno con ocho electrodos por hilo, un cambio que, según él, “podría duplicar el ancho de banda si somos precisos con la colocación de los hilos”.
Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.