La preocupante confirmación procede de los datos de Copernicus, la agencia europea que utiliza satélites para vigilar el cambio climático: junio de 2024 fue el duodécimo mes consecutivo en el que la temperatura media mensual superó en 1.5 ° la media del período preindustrial (1850-1900). Una cifra preocupante si se tiene en cuenta que los Acuerdos de París, firmados en 2015, comprometían a los 194 países firmantes a hacer todo lo posible para contener el aumento de la temperatura dentro de los 1.5 °C.
En cambio, es desde julio del año pasado cuando la temperatura media mensual medida a dos metros ha superado este umbral.
Diciembre fue el mes más caluroso del año pasado
El mes más caluroso fue diciembre del año pasado, cuando la temperatura media mensual fue 1.78°C superior a la del período preindustrial. Le siguieron febrero de 2024, con 1.77, y septiembre y noviembre de 2023, con un aumento de 1.74°C. Como resultado, la temperatura media de los últimos doce meses es la más alta jamás registrada, 1.64°C superior a la del período preindustrial y 0.76 grados superior a la media del periodo 1991-2020.
Pero eso no es todo. Si en realidad la temperatura media mundial en junio fue 1.5 °C superior a la media del período preindustrial, en Europa fue peor. En el viejo continente, explica Copernicus, junio de 2024 registró una temperatura media de 1.57°C. Y eso a pesar de que en muchas ciudades del norte de Italia había quejas por las continuas lluvias y por un verano que no llegaba.
La temperatura media de la superficie del mar en la zona comprendida entre los 60 grados de latitud norte y los 60 grados de latitud sur fue de 20.85°C, el valor más alto jamás registrado en junio. Y lo que es más importante, fue el décimo quinto valor más alto jamás registrado de forma consecutiva.
“Junio de 2024 fue el décimo tercer mes consecutivo con temperaturas récord, el décimo segundo con una media mensual 1.5°C superior a la del período preindustrial “, recuerda Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copérnico (C3S). Esto es mucho más que una rareza estadística y pone de relieve un cambio continuo de nuestro clima. Aunque esta serie concreta de extremos termine en algún momento, es inevitable que se batan nuevos récords a medida que el clima siga calentándose. Esto es ineludible a menos que dejemos de añadir gases de efecto invernadero a la atmósfera y a los océanos”.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.