La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó un nuevo tratamiento contra el Alzheimer. Se trata de Kisunla, un anticuerpo monoclonal desarrollado por el laboratorio Eli Lilly. El fármaco es eficaz para ralentizar la progresión de la enfermedad en casos leves o tempranos.
Los ensayos médicos de última etapa presentados por la compañía ante la autoridad regulatoria demostraron la efectividad del medicamento. Tras 18 meses de ser suministrado, es capaz de retrasar el deterioro cognitivo y funcional con una eficacia de 35% en comparación con un placebo. Reduce hasta en un 39% el riesgo de los participantes de progresar a la siguiente etapa clínica del trastorno.
Eli Lilly informó al comité de la FDA que solo el 2% de los pacientes que recibieron el tratamiento experimentaron eventos adversos graves. Tres pacientes en los estudios fallecieron a causa de anomalías de imagen relacionadas con la proteína amiloide. Estas irregularidades pueden incluir hemorragias, inflamaciones y edemas cerebrales. Pese a estos indicios, los expertos determinaron que los beneficios son superiores a los riegos.
Una terapia más económica contra el Alzheimer
Kisunla se administra por vía intravenosa en sesiones mensuales de 30 minutos. La empresa farmacéutica indica que “es la primera y única terapia enfocada en la reducción de las placas amiloides con evidencia que respalda la interrupción del régimen” ante signos de mejora. La compañía asegura que el 17% de las personas que participaron en los ensayos completaron su tratamiento en seis meses. El 47% lo hizo en 12 meses, y el 69% en 18 meses. El costo de cada dosis mensual es de 695.65 dólares.
Aduhelm, fabricado por el laboratorio Biogen, se convirtió en 2021 en el primer tratamiento contra el Alzheimer aprobado por la FDA. El organismo autorizó el año pasado el uso de Leqembi, terapia desarrollada por la farmacéutica japonesa Eisai. Ninguna de las opciones disponibles hasta el momento representa una cura definitiva para la enfermedad. No obstante, son tratamientos que mejoran la calidad de vida de los pacientes.
“Lo que estamos viendo es un progreso real que permite a las personas disponer de más opciones y mayores oportunidades para tener más tiempo. Es el tipo de avance que esperan los afectados por esta difícil y devastadora enfermedad”, celebró Joanne Pike, presidenta y directora ejecutiva de la Asociación de Alzheimer.
Más de 55 millones de personas sufren demencia a nivel mundial. Es la séptima causa de defunción y una de los motivos principales de discapacidad y dependencia. El Alzheimer es la forma más común del síndrome. Representa siete de cada 10 casos. Es progresiva, incurable e irreversible. La mayoría de los pacientes son de edad avanzada: el 10% de las incidencias se registran en personas mayores de 65 años y un 47% en la población de más de 85 años.
El padecimiento tiene una repercusión económica importante. Se calcula que en 2022 más de 11 millones de familiares y cuidadores no remunerados proporcionaron 18,000 millones de horas de cuidados a personas con la afección. El 60% de los pacientes a nivel mundial habita en países con ingresos medios y bajos.