“Es todo un reto conseguir que la nueva tecnología se integre y se admita como prueba”, aclara Brad Samuels, socio fundador de SITU Research. “Y a menudo la tecnología que está en el mundo no necesariamente llega a la sala del tribunal con rapidez”.
La plataforma permite a los usuarios pasear virtualmente por la ciudad de Tombuctú, así como verla desde arriba. Dentro de la recreación virtual de la ciudad hay pruebas de video, foto y audio que muestran dónde y cuándo supuestamente ocurrieron los hechos. Por ejemplo, los usuarios pueden explorar una calle y encontrar un elemento etiquetado con la prueba correspondiente, hacer clic en él y ver un video de un momento concreto que muestra quién estaba supuestamente presente y qué ocurrió.
La plataforma de SITU combina imágenes de drones, imágenes por satélite, escáneres láser y otras formas de pruebas visuales que, según Samuels, permiten a los jueces ver las pruebas a lo largo del tiempo y el espacio de una forma que no sería posible de otro modo. Esto es especialmente importante en los casos de crímenes contra la humanidad, que exigen que los crímenes sean sistemáticos y generalizados, en contraposición a un único incidente aislado. Y dice que la plataforma tiene más valor que simplemente ayudar a los jueces a organizar las pruebas visuales que apoyan el testimonio de los testigos.
“En el caso de Tombuctú, la situación de la seguridad en Malí ha ido empeorando. Y los jueces no han podido ir en persona”, explica Samuels. Por ejemplo, la plataforma incluye el interior de un antiguo banco que funcionaba como cuartel general de la policía islámica, y otro lugar donde alguien fue azotado.
“También puede convertirse en una herramienta para entrevistar a testigos sobre lo que vivieron”, apunta Koenig sobre la plataforma de SITU, “si se piensa en algunas de las barreras lingüísticas y culturales, no tener un punto de contacto como ese, hacer que te guíen a través de lo que les sucedió puede ser casi una conjetura a veces de tratar de reconstruir su historia, sobre todo cuando hay mucho trauma involucrado y los recuerdos están fragmentados.”
Acusadores contra defensores
Sarah Zarmsky, profesora adjunta de la Facultad de Derecho de Essex, añade, sin embargo, que a menudo los equipos de defensa de los acusados carecen de los mismos recursos que se ofrecen a la acusación.
“Esta plataforma se diseñó para la acusación”, explica, “así que, aunque SITU Research hace un gran trabajo, la defensa tampoco cuenta con la misma experiencia. Así que hay muchas implicaciones para un juicio justo”.
En un artículo publicado en 2023, el fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, señaló que “la defensa solicitó pleno acceso a la plataforma virtual, y requirió (y se le proporcionó) formación y orientación sobre su uso, de modo que también pudiera desplegarla cuando fuera necesario”.
En el caso de la CPI, donde el tribunal permite que se presenten casi todas las pruebas y decide después el peso que se asigna a cada una de ellas, eso puede significar que un equipo de defensa sobrecargado de trabajo no tenga tiempo para examinar cada una de las pruebas. En el caso de algo novedoso como la plataforma creada por SITU, de acuerdo con Zarmsky, no está claro cuánto peso podría darle el tribunal a la hora de dictar sentencia.
Pero Khan afirmó que “la aceptación de la plataforma por parte de la Sala de Primera Instancia demuestra que la ley y el procedimiento de la CPI están preparados para dar cabida a enfoques con visión de futuro en la presentación de pruebas”.
Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.