La cápsula Chang’e 6, que partió hace un par de meses, acaba de regresar de la Luna, aterrizando en el desierto de Mongolia Interior, con una carga muy valiosa. La sonda de la Agencia Espacial China (CNSA, por su siglas en inglés) logró la hazaña de traer a la Tierra las primeras muestras jamás obtenidas de la cara oculta de la Luna, la parte no visible desde nuestro planeta. Estas por fin nos ayudarían a obtener información valiosa sobre la evolución de la Luna y del Sistema Solar.
La nave espacial Chang’e 6
Al igual que su predecesora, Chang’e-6 es una misión de retorno de muestras del Programa Chino de Exploración Lunar. Esta última, sin embargo, tiene la particularidad de que por primera vez extrajo material de la cara oculta de la Luna, concretamente en el hemisferio sur, dentro de la gran cuenca Polo Sur-Aitken.
La sonda, conformada por cuatro partes (un orbitador, un módulo de aterrizaje, un módulo de ascenso y un módulo de reingreso) y equipada con diversos instrumentos científicos, se valió del satélite Queqiao-2, lanzado para permitir las comunicaciones entre las misiones lunares y nuestro planeta. Este satélite, de hecho, está equipado con la mayor antena de radio jamás enviada más allá de la Tierra y es un elemento clave para las comunicaciones entre la cara oculta de la Luna, técnicamente difícil de alcanzar, y nuestro planeta.
Chang’e 6 y la cara oculta de la Luna
El objetivo de Chang’e 6, lanzada hace un par de meses, era recolectar y traer de vuelta aproximadamente dos kilogramos de regolito. Así, mediante una herramienta parecida a un taladro y un brazo robótico, la sonda logró su cometido, tomando también algunas fotografías de la superficie lunar. Una vez recuperado, el material se colocó en un módulo, concretamente dentro de una cápsula especial diseñada para soportar las altísimas temperaturas que se alcanzan durante el reingreso en la atmósfera terrestre. Una vez en tierra, el contenido se llevó a un laboratorio de Pekín y se someterá a análisis que proporcionarán nueva información importante sobre la geología de la Luna y la cantidad de agua que podría contener el satélite, además de aportar datos sobre las diferencias entre la cara oculta de la Luna y la que es visible desde la Tierra.
Las misiones lunares de China
China, como recuerda BBC News, es el único país que ha aterrizado en la cara oculta de la Luna. De hecho, la misión china Chang’e 4, compuesta por el módulo de aterrizaje Chang’e 4 y el rover Yutu-2, llegó a dicha región el 3 de enero de 2019. La siguiente misión, llamada Chang’e 5, fue la primera misión de dicha nación que recolectó y trajo a la Tierra muestras de rocas lunares. En 2020, reunió 1.7 kilogramos de ellas y las trajo con éxito a casa.
Por último, las siguientes misiones, Chang’e 7 y 8, previstas para 2026 y 2028 respectivamente, sentarán el precedente de la Estación Internacional de Investigación Lunar, una base dirigida por China en la que también participarán otros países, como Rusia, Venezuela, Pakistán y Sudáfrica.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Andrei Osornio.