Lo primero: el solsticio de verano varía por país. En México tendrá lugar el viernes 21 de junio a las 21:32 horas del tiempo del centro de México; eso según datos de la UNAM. En cambio, en España ocurrirá a las 22:51 del 20 de junio. En Colombia se dará el 21 a las 3:50 pm. Y si vives en Argentina o en Uruguay, por ejemplo; por estar en el hemisferio sur, este solsticio será para ti de invierno, ocurriendo el 20 de junio a las 5:50 de la tarde.

De cualquier manera, en el hemisferio norte se está entrando oficialmente en el verano, con la llegada del solsticio. Más apropiadamente, el solsticio de verano llega y se va prácticamente de inmediato, representando esencialmente un instante, como ocurre con los equinoccios. El instante del solsticio de verano es cuando el hemisferio norte aparece más inclinado hacia el Sol que en cualquier otro momento, recuerda la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE UU (NOAA). Para el hemisferio sur las cosas son diametralmente opuestas.

Celebrado desde siempre en distintas zonas del mundo, el solsticio de verano se ha convertido ya en sinónimo de un día, señalan también desde el Museo Real de Greenwich, recordando las celebraciones que con tal motivo tienen lugar en el cercano Stonehenge (pero no solamente allí). He aquí cinco datos interesantes sobre el solsticio de verano:

Si estuviéramos en el espacio veríamos el solsticio así

La toma fue captada por el satélite Goes East y muestra nuestro planeta justo antes del solsticio de verano del año pasado. El Polo Norte aparece totalmente iluminado, mientras que el Polo Sur está en la sombra. La situación se invierte (norte y sur) en el solsticio de invierno.

A lo largo del año, la NASA publicó hace algún tiempo una animación que muestra la Tierra durante el cambio de estaciones, en la que se puede ver claramente cómo la línea de sombra que separa el día de la noche se desplaza durante los solsticios y los equinoccios.

Incluso Marte tiene su solsticio

Ciertamente, las estaciones no son una prerrogativa terrestre, todos los planetas las tienen. Por analogía con lo que se observa para nuestro planeta, hablamos de solsticios de verano para los demás cuerpos del Sistema Solar cuando el polo norte está inclinado hacia el Sol, y de solsticio de invierno cuando el polo sur está inclinado hacia el Sol. Pero las diferencias con la Tierra son notables. En nuestro planeta, las estaciones están determinadas por la inclinación del eje de la Tierra respecto al plano de su órbita alrededor del Sol, y la pequeña excentricidad de esta órbita (apenas ligeramente elíptica) no tiene prácticamente ningún efecto sobre nuestro clima.

En general, sin embargo, son estos dos factores los que determinan las estaciones planetarias, aclara la NASA: la inclinación del eje y la distancia al Sol (aunque obviamente otros factores, como la atmósfera, influyen en el clima). Cuando la inclinación pronunciada del eje planetario se combina con la variación de la distancia a nuestra estrella, los planetas pueden experimentar cambios estacionales bastante pronunciados. Como le ocurre a su vecino Marte. Aquí las estaciones duran de media el doble que en la Tierra.

No siempre cae el mismo día de junio

Además de depender del lugar, y al igual que ocurre con otras estaciones, el día del solsticio de verano (de nuevo, cuando lo cruzamos) puede cambiar. Así, si este año cae el 20 de junio en España, en 2025 lo hará el 21 de junio. El año pasado fue el 21 de junio a las 16:57 en España.

No es el día más caluroso del año

Es el primer día del verano, el más largo del año. Aquel en el que la cantidad de radiación solar recibida por el hemisferio norte alcanza su máximo. Pero no es el día más caluroso del año, ¿por qué? La respuesta tiene que ver con el hecho de que la Tierra, la atmósfera y los océanos, tardan en calentarse y liberar calor. O mejor dicho, explica Jagadheep D. Pandian en Ask an Astronemer, una iniciativa del departamento de astronomía de la Universidad de Cornell: “En el hemisferio norte, la cantidad de calor que recibe la Tierra del Sol aumenta lentamente cerca del solsticio de verano. A medida que nos acercamos al verano, el calor recibido durante el día es mayor que el irradiado durante la noche, por lo que la temperatura media aumenta lentamente. La entrada de calor es máxima en el solsticio y disminuye después, pero el ritmo de entrada de calor sigue siendo mayor que el de disipación de calor. Por eso, la temperatura media aumenta después del solsticio y no empieza a disminuir hasta más avanzado el año. Este desfase entre el solsticio y los días más cálidos se conoce a veces como desfase estacional.

Se celebra en muchos lugares del mundo

En muchos países, sobre todo en los nórdicos, el solsticio de verano es esperado y celebrado. Basta pensar en el Reino Unido, donde la gente sigue encontrándose en Stonehenge, lugar en el que la construcción del círculo de piedra parece estar ligada al movimiento aparente del Sol, para presenciar la salida de la primera luz el día del solsticio (aquí está el canal de YouTube para ver la transmisión en vivo de este año). Otras festividades muy sentidas son el solsticio de verano en Escandinavia y la noche de Kupala en los países de Europa del Este. También están las fiestas de San Juan en España y los fuegos del solsticio en el Tirol. En Perú, la antigua civilización inca celebraba el Inti Raymi, dedicada al dios sol: Inti.

Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.