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La directora del Institute of Mass Information describe la situación como “realmente inquietante”.
Periodistas ucranianos están dando la voz de alarma por las crecientes restricciones y presiones que sufren los medios de comunicación por parte del régimen de Vladímir Zelenski, que —denuncian— está yendo en la cuestión mediática “más allá de las necesidades del país en tiempos de guerra”, informa el diario estadounidense The New York Times.
Oksana Romanyuk, directora del Institute of Mass Information, una organización sin ánimo de lucro que supervisa la libertad de los medios de comunicación, declaró al diario que la situación es “realmente inquietante”.
Según el periódico, la mayoría de los periodistas ucranianos “aceptaron las normas de los tiempos de guerra”, pues las consideraban medidas necesarias para la seguridad nacional, llegando a someterse a la autocensura, absteniéndose de criticar al Gobierno, “para no minar la moral o evitar que informaciones sobre corrupción disuadieran a los socios extranjeros a la hora de aprobar la ayuda” para Ucrania.
Telemaratón “optimista” del Estado
Sin embargo, varios periodistas y grupos de medios de comunicación ucranianos aseguran que una serie de casos recientes dibujan un entorno informativo cada vez más restrictivo, encaminado a reducir la cobertura positiva de la oposición y a suprimir la cobertura negativa del Gobierno y del Ejército.
Según denuncian, “antes incluso de la guerra”, el régimen de Zelenski “consolidó el estridente y competitivo panorama informativo de la televisión ucraniana” en una “única emisión controlada por el Estado”, denominada Telemaratón, encargada de emitir “noticias fiables” y dejando a un lado los canales de la oposición. Sin embargo, sus “informaciones eran tan optimistas, incluso cuando la lucha se estancó, que la mayoría de los ucranianos ya no confían en ella”.
El medio recuerda que la dimisión este año de la exsubdirectora de la agencia Ukrinform, Marina Singaevskaya, se debió a la “intromisión política” en los medios de comunicación. “Es antidemocrático por parte de las autoridades dictar a los medios qué publicar y con quién hablar”, asegura Singaevskaya, en referencia a la serie de directrices que fueron distribuidas a los reporteros por parte del Gobierno.
Según Sevgil Musayeva, redactora jefe de Ukrainska Pravda, los esfuerzos del Gobierno por reprimir la información crítica demuestran “la influencia y vitalidad de los medios de comunicación durante la guerra”. “La única manera de que la gente cambie las cosas para mejor es a través del periodismo”, afirmó. “Por eso algunas personas del Gobierno hacen todo lo posible por controlarlo”, lamenta.