El partido se jugó de madrugada, en el estadio La Corregidora de Querétaro, y los pronósticos no eran del todo favorables para la selección española: el conjunto que dirigía Miguel Muñoz se las veía con Dinamarca en los octavos de final del Mundial de México.
Dinamarca venía de ser la sensación del torneo: había ganado sus tres partidos de la fase de grupos, ante Escocia, Dinamarca y Uruguay (con goleada incluida ante los uruguayos) y estaba en octavos como primera de grupo. España, en cambio, había perdido ante Brasil y ganado a Irlanda del Norte y a Argelia.
Sin embargo, España jugó su mejor partido del torneo. Arrolló a la selección danesa en el gran día de Butragueño, autor de cuatro goles ante los daneses (uno de ellos de penalti). La selección ganó 1-5 (el quinto de España lo firmó, también de penalti, Andoni Goikoetxea), y Olsen firmó el del honor para la selección danesa.
Una madrugada especial
El Mundial empezaba a tener otra cara para España, que despertó en la madrugada del 19 de junio de 1986 con el excelente sabor de boca de saber que la selección había hecho disfrutar a los espectadores que pudieron o quisieron trasnochar.
Pero el destino volvió a ser cruel con España, que caería en cuartos de final ante Bélgica, cinco días después, en la tanda de penaltis. En caso de haber superado los cuartos, España se hubiera medido a la Argentina de Maradona, a la postre campeón mundial.