En otros países, el cacao se planta en monocultivos. En el sistema agroforestal se conservan algunas especies nativas que los monos aprovechan. “En estos sitios encontraron condiciones que les han permitido sobrevivir, aunque no sean las mejores”, dice. La diferencia entre la versión original de los ecosistemas y el cacaotal es que el dosel, que es la parte alta de los árboles y hogar de los monos, es más bajo, mientras que el sotobosque, la parte baja, se elimina.

Valenzuela explica que a esto se suma que, por lo general, entre un cacaotal y otro median pastizales, campos agrícolas o asentamientos humanos. Con la fragmentación de su hábitat, la regulación de la temperatura no es homogénea. Entre más pequeño es un fragmento, más calor le llega de sus alrededores.

El Proyecto Mixteca Sustentable rescata la sabiduría ancestral para construir un futuro sostenible

El programa ‘Agricultura Climáticamente Inteligente’ puesto en marcha por el Proyecto Mixteca Sustentable pretende hacer sostenibles las prácticas agrícolas y recuperar el conocimiento ancestral de los pueblos originarios.

Las brigadas de respuesta local

“Un mar de personas ayudando y un relajo”, así describe Gilberto Pozo las primeras respuestas a la emergencia. Un relajo, precisa, que no se hizo con malas intenciones: todo lo contrario, la población quería ayudar. “Pero los agarraban, se acercaban sin cubrebocas, sin guantes, los abrazaban, los besaban, les hablaban. Eso representa un alto riesgo de zoonosis o antropozoonosis”. Se refiere al intercambio de enfermedades entre animales y humanos.

“Hubo más de 150 voluntarios. Si no fuera por el apoyo de la población, sería difícil”, agrega. Pero algunas personas se llevaron a los monos a diferentes clínicas sin registrarlos antes o notificar a las autoridades. Ahora Profepa visita clínicas para recopilar datos.

Ana María Santillán es fundadora de la asociación civil Centro Mexicano de Rehabilitación de Primates, que rescata monos víctimas de mascotismo y tráfico ilegal. Precisa que, como civiles, las personas no deben mover a un ejemplar porque es ilegal. “Fue una bendición que Profepa se involucrará”, dice. Aún así, lamenta, detectaron sitios que estaban vendiendo a las crías que quedaron huérfanas.

Para dar respuesta a la situación, precisa Santillán, organizaron brigadas coordinadas por Cobius. Una se dedica a recuperar animales muertos o moribundos. Otra, que cura a los monos, está conformada por veterinarios aptos para el manejo de primates, algunos de la Profepa de Tabasco, otros de la UJAT. Otra brigada es para hacer necropsias. Mientras, el Centro Mexicano de Conservación de Primates y la organización civil Conservación sin Fronteras se encargan de recibir información y servir como enlace de comunicación.

“Es una muestra de que ya pasamos del peligro del cambio climático a una crisis climática”, dice Santillán y comenta que, como Centro Mexicano de Rehabilitación de Primates, están al servicio de las autoridades de Semarnat. Por ahora, esperan que su trabajo y adelantos en la evaluación de la situación sean tomados en cuenta.

Una respuesta integral es necesaria

Entre las acciones más importantes, Gilberto Pozo explica que se tendrán dos unidades médicas. La primera ya opera desde el campo de béisbol de Cunduacán, con médicos voluntarios del estado de Campeche, que ya recibió a cuatro crías y un macho adulto. La segunda estará en Comalcalco, en la unidad multidisciplinaria de la UJAT donde esperan a Javier Hermida, que tiene 40 años de experiencia en el manejo de primates.

Durante la emergencia, piden a la población informar a las autoridades de nuevos casos y que las personas que tienen monos los lleven a las unidades para hacer un censo. Recalcan, además, que la especie es muy delicada: “no se les deben dar antibióticos, ni desparasitantes porque su sistema digestivo es todo un bioma”. También llaman a no quedarse con crías ni dejar que convivan con perros o gatos porque pueden contagiarse de toxoplasmosis, una enfermedad mortal en monos.