En 1960, el físico Freeman Dyson propuso que, con miras a encontrar civilizaciones extraterrestres, debían buscarse estrellas que generaran radiación infrarroja pero cuyo brillo fuera más opaco de lo esperado. Estrellas así, teorizó, podrían estar rodeadas de una esfera o dispositivo que permitiría a una civilización avanzada capturar y usar su energía en beneficio propio. Este dispositivo es conocido como “Esfera de Dyson” y, por el momento, es meramente hipotético. Pero, si por casualidad los instrumentos de la Tierra captaran la tecnofirma de una obra titánica extraterrestre de esa naturaleza, ¿cómo sabríamos distinguirla entre el ruido cósmico y los fenómenos naturales? Un reciente estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society propone un método para identificar las llamadas “esferas de Dyson” en el universo. Los investigadores aplicaron su idea a los mapas astronómicos existentes de la Vía Láctea y encontraron siete estrellas candidatas dentro de la galaxia.

Si existen civilizaciones avanzadas en el universo, es probable que ya no dependan de la explotación de hidrocarburos para producir energía. En cambio, aprovecharían la radiación aparentemente inagotable de la estrella alrededor de la cual orbitan. El físico Freeman Dyson propuso esta idea durante la época de la fiebre por el contacto extraterrestre y los viajes a la Luna. Para que un sol sea aprovechable en términos energéticos, una hipotética raza debería construir una estructura que lo cubriera, como una jaula esférica de receptores solares. Así nació el concepto de la esfera de Dyson.

Desde entonces, las esferas de Dyson se consideran el Santo Grial de las civilizaciones extraterrestres. Identificar una supondría encontrar un pueblo asombrosamente avanzado en comparación con los logros tecnológicos de los seres humanos. Afortunadamente, Freeman Dyson también dejó escrito cómo se vería la huella dejada por una estructura de ese calibre: si alguien observa una estrella poco luminosa con variaciones de brillo y que desprende calor residual, entonces probablemente está viendo una de estas esferas.

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Siete candidatos de entre cinco millones

Los cálculos más conservadores estiman que hay al menos 100 mil millones de estrellas en la Vía Láctea. Sin embargo, los esfuerzos de categorización estelar hasta ahora solo han abordado el 1% de esa cifra. Ante esta oportunidad, los científicos Matías Suazo, Erik Zackrisson, Jason Wright, Andreas Korn y Mac Huston exploraron las bibliotecas estelares Gaia DR1, 2MASS y AllWISE utilizando un modelo de filtración de firmas infrarrojas y ópticas para identificar posibles candidatos a esferas de Dyson.

De las 5 millones de fuentes analizadas, solo siete objetos pasaron la prueba. Estas estrellas, de tipo M o enanas rojas presentan un exceso de radiación infrarroja. Su comportamiento no puede explicarse con otro fenómeno natural. Aunque los científicos a cargo no pueden confirmar que los astros elegidos estén rodeados por estructuras similares o parciales a una esfera de Dyson, son candidatos que merecen una investigación detallada.