La fuerza gravitatoria del gigante Júpiter crea un complejo sistema a su alrededor. Al planeta lo orbitan al menos 92 satélites naturales y un ejército de asteroides troyanos (aquellos que comparten órbita con él). En 2016, la sonda terrícola Juno alcanzó al sistema para investigarlo a fondo y, al día de hoy, sigue regalándonos enormes descubrimientos y observaciones sorprendentes. Gracias a los datos de Juno y al procesamiento que de ellos ha hecho el astrónomo Gerald Eichstädt, ahora contamos con una nueva imagen de Amaltea, una de las tantas lunas de Júpiter y el objeto más rojo del sistema solar.
Amaltea es un satélite relativamente pequeño, con 166 kilómetros de diámetro, o el equivalente al 5% del diámetro de la Luna de la Tierra. Su cuerpo tiene una forma irregular y a menudo se le compara con una “papa”. Debido a su baja densidad, los astrónomos que han estudiado el sistema joviano (como también se llama al sistema de Júpiter) creen que está compuesta principalmente de hielo de agua, junto con otros minerales.
Esta luna es considerada el cuerpo más rojo del vecindario solar, superando incluso a planetas como Marte o el propio Júpiter. La mejor suposición hasta ahora para explicar este fenómeno es que Amaltea está cubierta por polvo de azufre expulsado por Ío, una luna volcánica con la que comparte órbita. Las partículas han ocultado su composición congelada de Amaltea y le han proporcionado un ‘maquillaje’ inigualable.
Un sobrevuelo con vista a Amaltea
Las nuevas imágenes de Amaltea fueron tomadas durante el sobrevuelo 59 de Juno sobre Júpiter, el 7 de marzo de 2024. La foto del satélite atravesando la gran mancha roja puede considerarse espontánea. No es resultado de alguna misión de rastreo específica. Fue solo después de que la imagen de Júpiter se terminó de procesar que los investigadores se dieron cuenta de que contenía a una invitada inesperada.
Una de las características más sobresalientes de Amaltea es que es anormalmente caliente. Las lecturas de los satélites indican que emite más calor del que recibe por parte del Sol. Aunque no está del todo claro, los astrónomos piensan que este fenómeno debe estar relacionado con el poderoso campo magnético de Júpiter y la fuerza de marea originada por su tirón gravitacional. Ío es un mundo volcánico repleto de magma por las mismas razones.
A pesar de su tamaño diminuto en relación con su planeta, Amaltea es especialmente reflectante. Fue la primera luna en ser descubierta tras la revelación de los cuatro satélites principales: Ío, Ganímedes, Europa y Calisto. Originalmente fue apodada ‘Júpiter V’, pero tras un acuerdo internacional, se optó por referirse a ella como Amaltea, la ninfa que amamantó a Zeus cuando este era un bebé y se ocultaba de su padre Crono en una cueva
El camino joviano de Juno
La sonda Juno llegó al sistema joviano en julio de 2016 luego un viaje de cinco años y 2.8 billones de kilómetros. Desde que entró en la zona, ha analizado con atención tanto al gigante gaseoso como sus cuatro principales lunas. En los últimos meses, sus cámaras han revelado algunas impresionantes fotografías como los polos de Ío, los ciclones de Júpiter, las fracturas de Europa y el territorio inerte de Ganímedes.
Juno pronto se convertirá en una sonda secundaria en el sistema joviano. La NASA trabaja a marchas forzadas para lanzar la Europa Clipper con el objetivo de investigar a Europa, la prometedora luna congelada de Júpiter. Por otro lado, la Agencia Espacial Europea ya envió su propia nave, apodada Juice, que buscará investigar por su cuenta a los satélites galileanos.