Si los multimillonarios realmente se preocuparan por salvar el planeta, pondrían en común su inmensa fortuna y comprarían bombas de calor a todo el mundo. En lugar de quemar combustibles fósiles que calientan el planeta, estos aparatos extraen calor del aire exterior, incluso helado, y lo transfieren al interior de un edificio gracias a ingeniosos trucos físicos. En verano, se invierten para actuar como un aparato de aire acondicionado. Según un estudio reciente, si todos los habitantes de Estados Unidos tuvieran una bomba de calor, las emisiones del sector de la construcción se reducirían entre un 36% y un 64%, y las del país entre un 5% y un 9%. Como son totalmente eléctricas, las bombas de calor funcionan con una red cada vez más cargada de energías renovables.
Pero los multimillonarios no van a tener el sentido altruista o el deseo de comprarnos bombas de calor a todos; al fin y al cabo, los megayates no se compran solos. Aunque si lo hicieran, se toparían con un obstáculo fundamental, el que impide que las bombas de calor alcancen todo su potencial: todavía no hay suficientes trabajadores especializados para instalarlas.
“Ya nadie habla de las limitaciones de la cadena de suministro. Ahora, el inconveniente es el instalador”, explica Philipp Krinner, CEO y cofundador de Arch, una plataforma que ayuda a las empresas de calefacción, ventilación y aire acondicionado a gestionar sus clientes. “En invierno y en verano, las temporadas altas, cuando la mayoría de la gente quiere instalar un sistema, el mercado sigue estando limitado por los contratistas”.
El resultado es la clásica “greenflation“, un aumento temporal de los costos asociados a la descarbonización debido a las limitaciones del mercado. “Sí, hay escasez de contratistas cualificados. Pero es un buen problema, uno para el que hay una solución obvia”, opina el economista del clima Gernot Wagner, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Será costoso formar a más trabajadores en la economía verde, pero acabará reportando enormes dividendos.
Se requiere mano de obra
“Se habla mucho de los electricistas y se les califica como una especie de avatar de todos los trabajos que se van a necesitar para instalar bombas de calor y descarbonizar la economía. Pero no se trata solo de electricistas, sino de toda una serie de oficios de la construcción”, aclara Alexandria Herr, investigadora asociada de Rewiring America, una organización sin fines de lucro que promueve la electrificación. Se necesitan trabajadores cualificados para determinar qué tipo de bomba de calor necesita un hogar o una empresa, para instalarla y para realizar su mantenimiento. Una bomba de calor es distinta a una caldera de gas y requiere una formación totalmente distinta.
Por ejemplo, hacen falta trabajadores especializados en “climatización”, es decir, en aislar mejor las viviendas para que las bombas de calor sean aún más eficientes. Y necesitaremos especialistas en adaptar la red para que no haya problemas en el flujo y reflujo de energías renovables; que es lo que hace que las bombas de calor sean tan amigables con el clima. También se requerirá de trabajadores para fabricar las unidades.
Y la necesitamos cuanto antes
Las ventas de bombas de calor ya superan a las de hornos de gas en Estados Unidos. La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 ofrece miles de dólares en desgravámenes fiscales y créditos para que los hogares cambien a una bomba de calor y paguen las mejoras eléctricas que sean necesarias para hacer funcionar los aparatos. El año pasado, la administración del presidente Joe Biden anunció 169 millones de dólares para impulsar la fabricación nacional de bombas de calor completas y sus componentes individuales. Y en febrero, nueve estados firmaron un memorando de entendimiento para acelerar la adopción de bombas de calor.
Así pues, la demanda está ahí, al igual que el creciente apoyo de los gobiernos federal y estatales. Lo que retrasa el proceso es la mano de obra, al menos temporalmente. Y Estados Unidos no es el único país. Dondequiera que crezca la adopción de bombas de calor, más trabajadores necesitan formarse para satisfacer la demanda. “Por ejemplo, si nos fijamos en un lugar como Finlandia, donde prácticamente todos los sistemas de calefacción son bombas de calor, esto ya no es realmente un problema”, refiere Jan Rosenow, quien estudia la electrificación en el Regulatory Assistance Project, una ONG de política para la comunidad energética. “Si querías comprar un automóvil eléctrico hace 10 años, era bastante difícil, ¿no? Ahora, puedes ir a cualquier concesionario y los encuentras. Eso está ocurriendo con las bombas de calor en mercados más maduros”.
Sin embargo, en EE UU no existe un programa nacional gigantesco para formar rápidamente a más gente en calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC). “Tendría sentido que existiera una vía para aprender más sobre las bombas de calor y, a partir de ahí, toda una fuerza armada que saliera a instalarlas”, cree Ed Janowiak, responsable de formación en diseño de HVAC y refrigeración de la organización sin fines de lucro Air Conditioning Contractors of America. “Ahora mismo hay una gran oportunidad para que la gente se inicie. No deberían tardar mucho en ganar un sueldo decente. Y a veces me sigo preguntando por qué no se produce automáticamente”.
Cualificar a los trabajadores
Las escuelas de oficios y los colegios comunitarios ofrecen formación en HVAC. Los sindicatos ofrecen programas de aprendizaje, y muchas empresas de calefacción, ventilación y aire acondicionado tienen sus propios programas de formación para introducir a los trabajadores en el sector. “Las empresas que más éxito están teniendo ahora en la búsqueda de instaladores no contratan necesariamente a personas que ya estén en el sector. Pero si se compara el número de técnicos que pasan por esos programas en todo el país con la demanda, la cifra es insuficiente. Necesitamos mucha más gente”, advierte Janowiak.
Para los trabajadores veteranos de HVAC ya formados en sistemas de combustibles fósiles, como la instalación de hornos de gas, los fabricantes de bombas de calor proporcionan su propia formación para instalar sus productos, lo que, por supuesto, les interesa. Las empresas de calefacción, ventilación y aire acondicionado también imparten su propia formación sobre bombas de calor a los trabajadores veteranos; suele durar dos días. Si una casa tiene conductos, una bomba de calor funcionará de forma similar a una unidad de aire acondicionado tradicional, por lo que la instalación es casi idéntica.