La siguiente vez que los astronautas vuelvan a la Luna, iniciará oficialmente al proyecto de sostenibilidad de presencia humana en el satélite. Las principales potencias espaciales del mundo anticipan el surgimiento de una economía lunar en las próximas décadas. Para lograrlo, será necesario construir una infraestructura de movilidad alrededor de los puntos de interés científico más relevantes. El transporte lunar no se limitará a rovers o trasbordadores espaciales, podría extenderse a una línea ferroviaria, tal como se comunicaron los países hace más de 150 años.
Hasta ahora, la única propuesta concreta para un tren lunar proviene de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés). Esta institución actualmente gestiona un ambicioso plan estructural conocido como ‘LunA-10’. Según sus propias palabras, busca fusionar y optimizar diversos sectores de infraestructura en nodos clave que puedan expandirse en el futuro dentro de la economía lunar.
En el ámbito del transporte, DARPA ha encargado a la compañía Northrop Grumman el diseño de una red ferroviaria interconectada en la Luna. La firma es reconocida por liderar proyectos tecnológicos en el ámbito aeroespacial y de defensa. La infraestructura lunar encargada deberá ser capaz de transportar tanto humanos como suministros por la compleja superficie lunar.
Un estructura para la economía lunar
La encomienda no se trata simplemente de diseñar un tren lunar, sino de establecer un marco analítico que sirva como base para futuras ideas de movilidad, minimizando la huella en la superficie lunar. Según Northrop Grumman, será necesario definir los recursos necesarios para construir la red ferroviaria, establecer una lista de costos tecnológicos y logísticos, explorar prototipos de trenes y profundizar en nuevas tecnologías de construcción y nivelación de cimientos.
Chris Adams, vicepresidente de la compañía y gerente general de sistemas espaciales estratégicos, habló sobre la oportunidad de participar en el plan lunar de Estados Unidos: “Esta inversión en investigación y desarrollo clave nos mantiene a la vanguardia de las soluciones de próxima generación. Con nuestra experiencia probada en la integración de sistemas complejos y servicios autónomos comercializados, continuaremos generando un cambio duradero para un ecosistema espacial sostenible”.
La titánica tarea de construir la red ferroviaria lunar parte prácticamente desde cero. Para 2024, no existe ningún campamento científico o algo parecido a cimientos en la superficie lunar, solo rastros de rovers y sondas fallidas. Mientras tanto, el nuevo alunizaje de la NASA, que representa el inicio del proyecto Artemis, ha sido pospuesto hasta el año 2030, siempre y cuando todo se desarrolle según lo previsto.
Aunque no están disponibles imágenes o conceptos específicos sobre cómo operaría el tren lunar, sí hay algunas ideas generales sobre el proyecto. La red ferroviaria probablemente se ubicará alrededor del polo sur de la Luna, una región atractiva para todas las agencias espaciales debido a la posible presencia de rastros de agua congelada. Los materiales hallados en los cráteres serán aprovechados para la subsistencia de los astronautas e incluso para la generación de propelente para cohetes.
DARPA más allá de la Luna
Desde su consolidación en 1958, DARPA ha respaldado algunas de las infraestructuras más sobresalientes del mundo. Una de sus mayores aportaciones es el encargo de las primeras redes de computadoras (el ARPANET), que fueron consideradas las bases del actual internet.
“Durante 65 años, DARPA ha sido pionera y ha eliminado el riesgo de tecnologías vitales para el avance del espacio civil, desde la tecnología de cohetes en el Saturno V que llevó a los humanos a la Luna por primera vez, hasta la reciente asociación entre DARPA y la NASA para permitir viajes espaciales más rápidos a la Luna y más allá con un motor de cohete térmico nuclear. LunA-10 continúa este rico legado identificando y acelerando tecnologías clave que pueden ser utilizadas por el gobierno y la industria espacial comercial y, en última instancia, para catalizar la vitalidad económica en la Luna”, afirmó Michael Nayak, gerente de programas de la Oficina de Tecnología Estratégica de DARPA.